Doble rasero con Piqué

A LALIGA HAY QUE AGRADECERLE

que tenga la ocurrencia de que continúe la monserga del gesto de Piqué en Cornellà. El fuego del litigio entre Piqué y el sector de la grada de Cornellà se aviva en vez de apagarse con inteligencia. Como si no hubiera materia para hincarle el diente a los casos de xenofobia creciente con el pretexto de la falta de denuncias. Es más fácil enviar a un futbolista a la sombra por un gesto feo y ritual dirigido a la grada que meter mano a los accesos racistas y llegar hasta el fondo, y no estamos hablando del caso de Sergio García con Umtiti porque el blanquiazul reaccionó pronto y bien con una nota ejemplar. Es un sinsentido que para entrar de lleno en algo tan básico haga falta una denuncia, mientras que para empurar a Gerard, que no es un santo pero sí un insensato por sus apreciaciones sobre la propiedad del Espanyol y el desarraigo de la entidad, se actúa de oficio. Pero, ¿cómo se sancionan los intolerables insultos reiterados dirigidos a su familia?

LALIGA SE SALTA EL PRINCIPIO

de igualdad porque insta al Comité de Competición a castigar al jugador. Lo que se ha estado permitiendo toda la temporada, tiene ahora la excusa de que el gesto provocó crispación en las gradas.

Sergio Ramos hizo algo parecido en el Sánchez Pizjuán porque los ultras le estaban mentando a la familia y no lo toleró. Y así lo expresó en público el camero. Griezmann, bajo sospecha en el Wanda, mandó callar el domingo al graderío. Antes, lo había hecho Raúl pero la acción del icono madridista fue glorificada y ovacionada por el ejército de medios afines al madridismo.

NADIE ACTUÓ DE OFICIO

como ahora para entregarlos a un tribunal. Ni tampoco a Carvajal con su erecta peineta al Camp Nou, por la que nadie se rasgó las vestiduras pero que ejemplariza el doble rasero utilizado. Evidentemente, el Barça, acordándose de la exagerada denuncia del Espanyol contra Piqué y Busi se ha puesto del lado de su jugador