Problema central
La cuestión no es que Valverde solo tenga dos centrales para Valencia y uno contra el Getafe. Lo esencial es no arriesgar con Piqué y Vermaelen. Sería pan para hoy y hambre para mañana
A Vermaelen, lesionado en el Betis-Barça del 21 de enero después se jugar 13 partidos de forma consecutiva, se le diagnosticó una ‘pequeña rotura fibrilar en el biceps femoral de la pierna derecha”. Era tan poca cosa, que se estimaron dos semanas, pero el belga aún no está disponible. No jugará contra el Valencia y tampoco frente al Getafe. Su historial de lesiones musculares no aconseja correr riesgos y los médicos del Barça aciertan manteniéndole como indisponible.
Piqué, que acabó el derbi con una elongación en el ligamento lateral externo de la rodilla derecha, está empeñado en jugar mañana en Mestalla, pero su compromiso incuestionable es también una temeridad de tal calibre, que los doctores le recomiendan descanso y no sólo en Copa. También el domingo en Liga - el Getafe visita el Camp Nou- y, si conviene, incluso el sábado 17 en el viaje a Eibar. De lo que se trata es que el día 20 esté pletórico en Londres: Chelsea-Barça. Está la Champions en juego.
Con cuatro centrales en la plantilla y dos lesionados, Valverde tiene una complicación adicional en Valencia. El cuarto marcador, Yerry
Mina, llegado en el mercado de invierno y sin actividad desde primeros de diciembre, todavía no ha debutado y, por si fuera poco, resulta que con Umtiti sancionado en Liga, el colombiano será el único disponible para el Barça-Getafe. Un catarata de adversidades que deberá solventarse haciendo lo que sea necesario... menos poner arriesgar más de la cuenta con Piqué y Vermaelen. Como sabe todo el mundo, el pan para hoy es hambre para mañana.
Y lo que le viene al Barça es para no hacer bobadas. Si pasa ronda en Valencia, tiene final de Copa el 21 de abril. Y si pasara turno contra el Chelsea, tres días después de esa final de Copa, disputaría semifinales de Champions League. Y la Liga, naturalmente, no está decidida. Habrá que seguir peleándola cada semana.
En situación de emergencia puntual, siempre hay opciones. Digne, excelente persona, podría adecuarse al central izquierdo e incluso Busquets tiene capacidad para ser un día marcador por la derecha. Sergio está acostumbrado a solucionar todo tipo de zurcidos y descosidos. Sin embargo, en estas circunstancias, es cuando hay que ver si tiene sentido la planificación hecha con el filial. Un equipo del que un día habrá que hablar, por el que, desde el inicio de curso hasta hoy, han pasado más de 40 jugadores, 40. Que se dice pronto. Todos ellos están ahí para echarle un cable al primer equipo, cuando arriba hay problemas como los que tiene Valverde. Y por eso, mirando al Barça B, encontramos a David Costas ,22 años, cedido por el Celta con opción de compra por 10 millones, que cuenta con 14 partidos en primera división y que debutó en la máxima categoría con... Luis Enrique.
Costas, casualmente, tiene una relación particular con Mestalla. En 2014, con 19 años, jugó allí Liga con el Celta. Valverde, en la primera vuelta, le llevó convocado a Valencia y ahora, en Copa, el escenario es el idóneo para él. Llegó, cedido, justo para esto. Siendo titular del filial, es hora de demostrar en el primer equipo que vale, o no, los 10 millones que piden por él