Éxito ahora... y en el futuro
Valverde se muestra contundente, casi sorprendido de lo que está viviendo: “Habría firmado con sangre estar así a estas alturas de la temporada”. Y tiene razón, con la Liga prácticamente en el bolsillo -recordar lo que escribí aquí en diciembre, que el Barça puede acabar el Campeonato sin perder ningún partido... y ya solo faltan nueve-, está en la final de Copa y en cuartos en Champions, encima ante la Roma. Y añado, y con Messi a tope, y con ganas de arrasar con todo.
Se ha llegado a esta situación con nueve jugadores titulares ya hace tres temporadas. En estos tres años se han fichado 13 futbolistas, algunos ya no están (Arda y
Deulofeu), y del resto la mayoría juega poco salvo Umtiti, titular fijo, Paulinho, que entra y sale y ha conseguido algunos goles aportando además trabajo. Coutinho, a pinceladas técnicas pero falto de continuidad en su juego, y
Dembélé, la esperanza del joven con muchas posibilidades. El resto, por ahora, apenas intervienen. Aleix, Denis Suárez, Digne, Alcácer, Cillessen (Copa), André Gomes, Mina en la adaptación ciudadana y en el juego europeo. Y en el horizonte aparecer Arthur. Habrá que ampliar el banquillo. Y esto es lo que me preocupa como culé y como hombre de fútbol durante muchos años mi profesión y vocación.
Ganar, ganar y ganar es perfecto. Preparar el futuro es básico para la entidad. Los buenos ya los tenemos hace tiempo, hay que preparar a los buenos y los muy buenos del futuro. El otro día, viendo el United-Sevilla, pensaba en todo esto. Los de Manchester estuvieron en primer plano mundial durante muchos años, incluso la campaña de Laporta ofrecía tener como modelo al equipo de Ferguson .Se fue Sir Alex, y con él fueron desapareciendo futbolistas (Neville, Ferdinand, Scholes, Giggs...), nuevos contratos, entrenadores que no encuentran el camino, fichajes de 80 y 100 millones y ahí están, no levantan cabeza, queda el nombre y no se le ve manera de salir del bache.
El Milan, ganador de Ligas y Champions durante muchos años, está en una situación parecida, o peor. Se acabaron los grandes, no se cuantos años que no se clasifica ni para la Champions y los eliminan de la Europa League.
Ahora tenemos un equipo titular formidable, con Messi que acaba con los adjetivos de la afición, de los técnicos y de los periodistas. Sobre esta base, excelente, sería imperdonable y catastrófico que no se prevea y no se concrete lo necesario para saber lo que puede pasar dentro de pocos años. Hay que afinar en las próximas incorporaciones. Desde luego, mucho más que en los últimos tiempos. Y espero que con menos gasto en total. Se está a tiempo y no podemos fallar. Que la actualidad no nos prive del futuro.
Mientras, en el ambiente, sigue la euforia por lo vivido en el Camp Nou frente al Chelsea, con resultado final contundente. La ‘electricidad’ que le puso Leo al partido acabó con cualquier intento de los contrarios, pero hay que entender a Conte cuando, después de abrazar al ‘10’ culé se lamentaba de los errores propios en tres de los cuatro goles... y de los postes en la portería blaugrana. Tiene razón pero así es el fútbol y esto lo hace popular y difícil de pronosticar. Y ahora ya a pensar tranquilamente en los primeros días de abril, con esta llegada de la Roma, que yo no sé si fue Shevchenko el que lo eligió como agradecimiento a Braida, que siendo director deportivo del Milan, hizo una jugada maestra y se lo llevó a su club cuando muchos barcelonistas pensábamos que podía ser un jugador ideal después del espectacular partido que hizo con el Dinamo de Kiev en nuestro Camp Nou. Pero de todo esto, y de la visita al Papa, ya hablaremos
Los buenos ya los tenemos, hay que preparar los buenos del mañana