Leo, ejemplar fuera del fútbol
Es un modelo de futbolista, recibiendo a los nuevos, y en el plano familiar
No sé por dónde empezar. O no empezar porque en la situación que estamos viviendo parece imposible hablar de fútbol, del Barça, de Messi, de la selección española o de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, si tenemos que ir hacia la normalidad, es preferible que todos nos tranquilicemos y actuemos como personas normales. Hay que hacerlo ya, volver a la normalidad, y que todas las partes implicadas nos lleven a que la persona humana pueda desarrollarse sin problemas externos. Evidentemente, no puedo estar de acuerdo en que haya gente en la cárcel por sus ideas políticas o en el extranjero, separados de sus familias o haciendo sufrir a sus amigos. Que pronto esto sea un lejano recuerdo para todos...
La pasada semana fui contertulio, ya es habitual, del magnífico programa de ‘betevé’ que dirige y presenta desde hace muchos años el histórico Pitu Abril. Digo histórico, no por su edad, sino por los años en que ejerce esta profesión. Y allí vi y escuché unas declaraciones de Leo Messi, grabadas en la Fundación del propio Leo aquí en Barcelona para un programa de una televisión argentina. Se nota que le tenía confianza al entrevistador. Viéndolo así, uno se pregunta por qué los futbolistas no hacen de forma habitual este tipo de entrevistas en las que puedan dar sus explicaciones y tratar con profundidad asuntos de su propia manera de ser, de ver el mundo o de analizar su deporte. Ya sé que existen infinidad de medios y es imposible atender a todos pero seguro que si los responsables de esto, en cualquier club, se pusieran en marcha, se podría acercar al aficionado la imagen no solo física sino también interna de estas figuras tan atrayentes e influentes del deporte.
Leo se expresa con tranquilidad y madurez excelsa. No tiene nada que ver con la imagen que alguien puede tener de una persona seca o huidiza. Explica con total tranquilidad las inyecciones que tuvo que darse por consejos médicos para mejorar sus condiciones físicas y su crecimiento y añade con movimientos de sus manos cómo se las ponía él personalmente según las instrucciones que recibía.
Explica también momentos en que tuvo que decidir entre volver a Argentina, a su ciudad natal con su familia, o quedarse en el club con el que ya llevaba un tiempo para crecer como futbolista y cómo se decidió por esta segunda opción. Coincidió en la categoría cadete con varios jugadores entre los que estaban Piqué y Cesc, que recibieron ofertas para ir al fútbol inglés y las aceptaron. Alguien se puede sorprender de que no pasara lo mismo con Leo .Yaen aquel momento tuve la impresión, creo que cierta, de que los ‘scouters’ ingleses, que siempre han preferido al jugador físico y atlético sobre el técnico, precisamente no se fijaran o descartaran a un jugador sorprendente técnicamente pero que no encajaba en sus cánones. Fue una suerte para el Barça que los que buscaban figuras fueran tan troncos.
No hay duda de que Leo es un futbolista total y un profesional único no solo por lo que hace sino por la continuidad con la que lo hace. Ha formado una familia que no duda en que sea conocida en momentos determinados con fotos o asistiendo a actos entre amigos y además es un excelente recibidor de los futbolistas que van llegando a la plantilla. Por ejemplo, en este caso, Dembélé,
Paulinho o Coutinho, a los que muestra en el terreno de juego detalles de afecto y ayuda. Que sea por muchos años y que el culé lo disfrute