Una regata marcada por el drama
John Fisher, sexta víctima de la Volvo, tras caer al mar y ser dado por desaparecido
No es la primera vez que un regatista desaparece en una vuelta al mundo y en una Volvo Ocean Race. El británico John Fisher, del Sun Hung Kai/Scallywag, cayó en mitad del Océano Pacífico Sur el lunes por la tarde y tras más de 20 horas de búsqueda fue dado por desaparecido. La lejanía del resto de participantes, que navegaban a unas 200 millas del Scallywag, hizo imposible que ayudaran en su búsqueda. En el momento del incidente, el viento soplaba sobre los 35 nudos de intensidad y con mucha mar. La temperatura del agua era de 9 grados, y en estas circunstancias un cuerpo humano tan solo aguanta entre 30 y 60 minutos, antes de perder el conocimiento y desfallecer.
Las desapariciones y muertes han marcado la Volvo Ocean Race. Anteriormente cinco regatistas perdieron la vida. El último, en la edición 2005-2006. El holandés Hans Horrevoets se fue al agua en el Atlántico Norte y murió ahogado, ya muy cerca de Europa, en una etapa en la que se hundió el Movistar. En ediciones previas con el nombre original de Withbread hubo cuatro fallecidos más. La primera edición en 1973 fue la más terrible, con tres muertes. Paul Waterhouse, un cabo del ejército británico, cayó por la borda del Tauranga y desapareció, Dominique Guillet, co-patrón de 33 Export, fue arrastrado por una ola en la cubierta y Bernie Hosking, del Great Britain II, también cayó al mar durante un cambio de vela.
En 1989-90 en la segunda etapa el Creighton’s Naturally sufrió un se- mivuelco. Dos tripulantes cayeron al agua: Anthony Philips y Bart van den Dwey. Ambos fueron recupera- dos con vida, pero Philips no sobre- vivió y murió a las tres horas. Tras la autorización de sus familiares, su cuerpo fue devuelto al mar