Sergio, adiós con 13 golpes en un hoyo
El vigente campeón sufrió un descalabro importante al enviar cinco bolas al agua en el 15, par 5, para acabar firmando un 81
Sergio García (81, +9) ya no tiene opciones de revalidar el título en el Masters de Augusta tras sufrir el peor accidente deportivo de su carrera: anotó 13 golpes en el hoyo 15, par 5, y se hundió en la clasificación. Está a 15 golpes del líder, el texano Jordan Spieth (66). Muy bien Rafa Cabrera, 4º empatado con 69 y Jon Rahm acabó con 75 (+3) y es 55º.
Tenía que ser en ese hoyo, precisamente donde Sergio logró un eagle extraordinario en la última jornada del año pasado para creer de nuevo con todas las de la ley en la victoria. Tenía que ser ahí y del modo en que sucedió: cinco bolas al agua, cada cual más cruel, más absurda, más dura.
Sergio vivió ayer una auténtica pesadilla, el peor de los sueños posibles, un vía crucis, todo un calvario, algo durísimo en su defensa de la chaqueta verde: los 13 golpes (+8) superan los 11 del también español Nacho Garrido en este hoyo en su única participación en 1998 (tres bolas al agua envió el madrileño), y los del japonés Jumbo Ozaki (1987), y el estadounidense, doble campeón en Augusta Ben Crenshaw (1997), y además es récord negativo en la historia del Masters por cuanto es el resultado más alto en cualquiera de los 18 hoyos del campo.
Tremendo varapalo para el de Borriol, quien hasta ese momento iba dos golpes sobre el par después de anotar en su tarjeta tres birdies, en los hoyos 2, 8 y 12 (par 3 del Amen Corner), tres bogeys (hoyos 4, 5 y 14), y un doble bogey en el 7 (de tres en green y tres putts).
Y en el 15 llegó la tragedia. Tras pegar un gran drive, con viento a favor en este hoyo, su segundo golpe acabó en el agua. Se fue hacia atrás y dropó la bola. Volvió a jugar delante del lago un a priori cuarto golpe fácil por la situación de la bandera, pero fue el desconcierto total. Sergio pegó una tras otra hasta cinco bolas que acabaron en el agua. Tras botar en green, todas hicieron ‘backspin’ (retroceso) y acabaron rodando hacia el lago .
Sgnificar que los 13 golpes igualan la marca del americano Tom Weiskopf en 1980 en el hoyo 12, y del japonés Tsuneyuki Nakajima en 1978 en el hoyo 13.
“No sé cómo explicarlo. Es la primera vez que hago un 13 en mi carrera sin fallar ni un solo golpe. Son cosas desafortunadas que ocurren. La primera bola si sube, hago un cuatro fácil, pero no lo ha hecho. Luego he dado buenos golpes y la bola no se quería quedar. Ha sido desafortunado, pero es lo que ha ocurrido”, comentó García, quien, pase lo que pase este viernes, deberá quedarse en Augusta hasta el domingo para entregar al vencedor la chaqueta verde.
La cara de Sergio era todo un poema tras llegar al green del hoyo 15. Aún tuvo arrestos el español para embocar el putt para esos fatídicos 13 golpes, 8 sobre el par en este hoyo. Mayor crueldad con el vigente campeón, imposible. Y hundido, todavía sacó el orgullo el campeón del Masters 2017 para hacer birdie en el hoyo 16, par 3, cerrando su primera vuelta con dos pares en el 17 y 18 y firmar 81 golpes (+9). Sergio tardará tiempo en olvidar su debut en el Masters como campeón en curso