Roglic vuela en la crono para ser líder
El esloveno da un gran paso hacia la Txapela: Alaphilippe se queda a 34”
Para alguien forjado en los saltos de esquí, la velocidad y el riesgo son una forma de vida. La aerodinámica lo es casi todo. Primoz Roglic (Lotto Jumbo) cumplió los pronósticos en la crono de Lodosa (19,4 kilómetros). El esloveno ganó la etapa, le arrebató el maillot amarillo a Julian Alaphilippe (Quick Step) y dio un gran paso para enfundarse la txapela de la Itzulia.
Roglic voló bajo el sol de la cuarta etapa en País Vasco. El nuevo líder le metió 42’’ a Alaphilippe en la meta navarra y en la general la distan- cia es de 34’’.
Cuando todos sufrían, Roglic disfrutaba. No se movía ni un centímetro del sillín. Trazó una línea recta imaginaria y la siguió. Su pedaleo era sencillo. Le comía metros a la etapa como si no costara.
El esloveno fue un auténtico martillo en Lodosa. Fue abriendo la brecha poco a poco con el resto de aspirantes a la victoria. En el llano o en el repecho de Sartaguda. No había perdón.
El único que parece capaz de hacerle sombra a Roglic es Alaphilippe. Quizá perdió más tiempo del esperado en tierras navarras, aunque sus opciones se mantienen intactas. Restan dos días por delante y no hay que pasar por alto unas bonificaciones que pueden jugar un papel decisivo en la Itzulia. Al resto únicamente le queda la épica. Lanzar un ataque desde larga distancia, trabajar en conjunto contra el esloveno o que la lluvia sea protagonista.
La terna vasca que estaba a la espera se movió en los mismos parámetros. Pello Bilbao y Gorka Izagirre calcaron su tiempo en la meta y Landa perdió 5’’ respecto a los dos. Su mayor objetivo era minimizar las perdidas. Los Sky apostaron fuerte por la victoria parcial. Quie- ren llevarse algo a la boca en País Vasco. El equipo británico coló a Kiryienka, Castroviejo, Kwiatkowski y De la Cruz entre los siete primeros. No fue suficiente para mejorar el registro de un contrarrelojista forjado en los saltos de esquí