Discutidos indiscutibles
Coutinho y Dembélé llevan aquí el tiempo suficiente para demostrar que ya han entendido el juego y pueden ser protagonistas en vez de secundarios
No es por lo que costaron, es por su calidad. No es por los tres puntos en juego, ni tampoco por igualar el récord de imbatibilidad de la Real. Es porque el equipo les necesita y les necesitará más de aquí a final de temporada. No es por lo que ya han hecho. Es por lo que pueden y deben hacer. Es decir, es por lo que no han hecho todavía. Coutinho y Dembélé tienen mucho más fútbol del que han enseñado y es hora de ir viéndolo.
Dotados de velocidad, regate, pase, definición y versatilidad, serían (por inversión, son) el vivo retrato de lo que debe ser un futbolista de ataque del Barça pero, de momento, su papel se ha limitado a acciones puntuales más propias de actores segundarios que de protagonistas. Eso sí, es verdad, que la muy seria lesión de Ousmane le ha limitado en su continuidad. Y es cierto, también, que Philippe, al no poder jugar Champions League por haberla disputado con el Liverpool, ve interrumpido su ritmo de competición. Pero ambos tienen, deben, sobreponerse a las circunstancias. El equipo, saturado de partidos y con futbolistas mermados físicamente, les necesita en una versión superior.
Ni Coutinho ni Dembélé han venido al Barça para ver jugar de cerca a Leo Messi. En el Barça enamorado de la pelota, no se sale a jugar para tocarla, sino a tocarla para jugar. Para hacer jugar a los compañeros, para ayudarles a ser mejores y para confirmar que tienen la capacidad de ser indiscutibles en vez de discutidos. Y, hoy por hoy, son más discutidos que indiscutibles. Una etiqueta que urge sustituir.
Valverde, que después del partido contra Roma advirtió de las dificultades que está pasando el Barça para sacar adelante los últimos partidos, tiene gente tocada (como Busquets, Piqué y el propio Messi), gente dosificada (Iniesta) y también gente que debe dar el paso adelante: Coutinho y Dembélé.
Al brasileño, que por llegar en invierno se ve afectado por circunstancias especiales, se le presentó como el hombre clave para apalancar el título de Liga y dar descanso a Don Andrés (aún siendo tan distintos) y al francés como un futbolista desequilibrante, definidor y pasador de categoría. De todo lo dicho sobre ellos algo hemos visto, pero poco. Detalles. Lo que se les pide ahora son partidos completos. Llevan aquí el tiempo suficiente para entender el juego del Barça y demostrar que saben jugarlo