Futbol y caracter

“LA CHAMPIONS NO ES DE PERFECCIÓN, sino de carácter, agresividad y actitud”. Esta frase es de Jürgen Klopp, el técnico del Liverpool, una de los grandes triunfadores de esta eliminatoria europea junto a Eusebio di Francesco ,el entrenador de la Roma. Y tiene un punto de razón. Al menos destila una filosofía clara. Con esos tres valores se puede ganar, aunque también es necesario fútbol. En el modelo del Barça, que cada cual utiliza según su interés, hay dos de esos tres: carácter y actitud. Sin ninguno de los dos la posesión y el dominio se convierte en un puro mecanismo de ficción. Se supone que cuando Klopp habla de agresividad se refiere a intensidad. CARÁCTER ES LA VOCACIÓN DE IMPONERSE y saber reaccionar a los detalles negativos. Actitud e intensidad viene a ser lo mismo: máxima concentración durante todo el partido, fe y dejarlo todo en el campo. El sistema del Barça es muy bueno pero precisa combinar todos los elementos para triunfar. La posesión ante la Roma fue para el FC Barcelona, con un 56% frente a un 44%, pero la circulación del balón fue lenta y la presión caótica. ESTE GRUPO DE JUGADORES HA DADO MUCHO, pero se autorregula demasiado. Tiene el fútbol más en la cabeza que en el corazón. El inconsciente les puede. Están acostumbrados a interpretar los partidos en función de una experiencia de éxito: amasar el encuentro y decidir. Con Valverde han aumentado el repertorio con resistir. Así son tres: amasar, resistir y decidir. En el Olímpico de Roma no cumplieron ninguno de los tres. ¿ES POSIBLE QUE ESTE GRUPO DE FUTBOLISTAS GANE la Liga sin perder un solo partido? Es posible. Entonces no son unos inútiles por haber quedado eliminados en la Champions. El entrenador, igual. El Barça, para mejorar, debe empezar a dejar de hablar de ese modelo, utilizado por los entornos para sus intereses económicos o de poder, y trabajar más el carácter, la intensidad y la actitud para asociarlos al día a día. La posesión y el fútbol de ataque ya lo tienen asumido. El carácter y la actitud los han mostrado en muchas ocasiones, pero la agresividad, la intensidad, debe formar parte del ADN del primer al último de todos los partidos. La calidad gana encuentros. Pero no todos. En intensidad hay que empatar siempre, como mínimo, con el rival. Y no hay equipo invencible. VALVERDE NO SE EQUIVOCÓ EN LA ALINEACIÓN que puso en el Olímpico de Roma. Los cambios es posible que se hicieran tarde pero tampoco mejoraron en exceso el fútbol que se había visto. En Roma perdieron todos. No es cuestión de ir culpando individualmente. El Barça dio por sentado que estaba en semifinales y este grupo siempre se ha movido mejor desde la humildad que desde la euforia. A veces ha ganado sin estar al ciento por ciento, pero cuando ha fallado nunca ha estado al ciento por ciento. El fútbol permite todas las interpretaciones posibles, por eso es tan grande. Y estos futbolistas siguen teniendo mucho crédito, pero deben empezar a asumir como parte imprescindible del modelo esos valores que Klopp enuncia como las claves para seguir adelante en Champions. Eso está en su mano. Nosotros seguimos a sus pies