Lo siento or Don Andrés
“Hemos hecho las cosas realmente mal”. Son palabras de Andrés Iniesta. Una derrota estrepitosa. Pero muy justa. La Roma es un digno semifinalista de la Champions League. Fue superior en todo al Barça. En juego y en compromiso. Los blaugranas estuvieron sin ánimos, desangelados. Sin picante. Tristes. Los italianos merecieron pasar la eliminatoria por muchas razones, entre otras por su entusiasmo. Creyeron en la remontada, como el Barça lo hizo hace algo más de un año en aquel histórico 6-1 al PSG.
En el deporte hay que saber aceptar las derrotas cuando te las mereces, como es precisamente en este caso. Pero escuecen. Sin ir más lejos, fue muy duro ver las últimas imágenes del gran Andrés Iniesta en un partido de Champions. Se fue compungido del campo cuando Valverde lo cambió en el minuto 80 por André Gomes. Se quedó pensativo en el banquillo. Como buen culé estaba soñando que la Roma no marcara ese fatídico tercer gol. Pero lo tuvo que ver. Dos minutos después de retirarse del césped, en el 82, el central griego Manolas acababa con el Barça y con los últimos 80 minutos europeos de Iniesta con la camiseta que ha lucido desde que llegó hace nada menos que 22 años. Entró en La Masia con 12.
Ese resultado hizo mucho daño. Recuerdo la cara de Iniesta de pie agarrándose al techo del banquillo y pensando que posiblemente no era el final que esperaba en su historial de la colosal competición que es la Champions.
Cuando sentí el pitido final de una pesadilla de encuentro, un primer impulso me vino a la cabeza. Lo siento por Don Andrés. Inmediatamente después, un gran agradecimiento a su figura. El reconocimiento a todo lo que nos ha hecho disfrutar. No ha podido ganar su quinta orejuda con su Barça, pero es momento de recordar las cuatro que levantó.
La primera en París en 2006, saliendo en la segunda parte del banquillo para rescatar al equipo en la remontada con goles de Eto’o y Belletti contra el Arsenal (2-1). La segunda precisamente en Roma, contra todo un Manchester United (2-0). Era el año 2009 y jugó de titular indiscutible formando la medular con Xavi y Busquets. Su tercera Champions fue nada menos que en Wembley en 2011. Seguramente en el mejor partido que he visto del Barça en mi vida. Fue contra el Manchester United, al que derrotó por 3-1. En el banquillo, Pep Guardiola. En el campo, otra vez un fantástico Iniesta todos los minutos. Ese día de maravilloso fútbol marcaron los tres delanteros: Pedro, Messi y Villa. Si la primera fue con Rijkaard, la segunda y tercera con Pep en Roma y Wembley, la cuarta fue con Luis Enrique en Berlín en el 2015. Otra vez un 3-1 esta vez a la Juventus, con Andrés desde el inicio hasta el minuto 78.
Sin duda, esos 14 minutos con el tiempo añadido de Iniesta en el Estadio Olímpico de Roma, inquieto y desolado en el banquillo, fueron estremecedores para un futbolista que lo ha sido todo en el mejor Barça de la historia. Le sigo dando vueltas y más vueltas y no se me va de la cabeza: lo siento por Don Andrés
Fue muy duro ver las casi seguras últimas imágenes del gran Iniesta en un partido de Champions