Hamilton, sin reacción
El inglés nunca ha ganado un Mundial sin un triunfo en las tres primeras carreras
Escondido bajo una capucha roja, así se presentó Lewis Hamilton al GP de China hace unos días, carrera de la que se fue más ‘vivo’ gracias a la debacle de Ferrari y a la locura de Verstappen con Vettel más que por su rendimiento. El alemán parecía pisar el Circuito de Shanghai viéndole ‘las orejas al lobo’, avisando que no podía permitirse otro tropiezo ante los transalpinos, que habían dominado las dos carreras anteriores. Aseguraba que debía hablar con su equipo para que no se volvieran a producir errores es estrategia y de comunicación en pista. Pero su actitud hablaba por si sola. Oculto, discreto, apartado. Así se mostró el británico durante todo el fin de semana, pese a llegar a un circuito en el que había firmado 6 poles y había ganado 5 ocasiones. Posiblemente sabía que sufriría, pero no tanto, y el sábado terminó de agachar la cabeza con la sorprendente superioridad de los de Maranello.
En calificación se vio superado incluso por su compañero Valtteri Bottas. En carrera le tocaba remontar saliendo desde la cuarta posición, pero volvió a defraudar. El inglés no estuvo a la altura del campeón que derrotó a Vettel el pasado año y dejó todo el protagonismo a Bottas, que no se apuntó su primer triunfo del año debido a la gran estrategia con la que Red Bull sorprendió a todos.
Hamilton llegaba con 17 puntos de desventaja respecto a Vettel, que con un doblete desde la pole lo tenía todo para ampliar su liderato, pero la suerte y Verstappen quisieron darle alas al británico, haciendo que Vettel terminara octavo, que unido a su cuarta posición le hizo recortar su distancia en el campeonato hasta los 9 puntos. Pero con eso no basta. Falta su reacción.
“Pudo haber sido peor, Max me hizo un favor en cuanto a puntos, pero es un fin de semana para olvidar. Tenemos una batalla difícil por delante”, expresó el británico tras la carrera, alimentando unos números que no son nada alentadores. Tanto es así que el inglés deberá romper una estadística que va en su contra para ganar el Mundial. Nunca ha sido campeón sin ganar una de las tres primeras carreras del año. En 2008 venció en Australia, en 2014 se impuso en Malasia y Bahrein; en 2015, en Melbourne y en 2017, en China. La última vez que se fue de la tercera cita sin triunfos fue en 2016, cuando Rosberg le ‘birló’ el cetro, pero por lo menos había firmado la pole en Australia y Bahrein.
Este curso acumula dos podios y un cuarto puesto insuficientes, y lo más preocupante, el rey de poles absoluto (73) sólo fue el más rápido en clasificación en la primera cita del curso
LAS CLAVES
SOLO UNA POLE Hamilton únicamente se ha impuesto en una ‘qualy’ en este 2018
GOLPE DE SUERTE Verstappen le hizo recortar puntos con su choque con Vettel