El Irreal Madrid
HASTA TONI KROOS, UN ALEMÁN metódico, puntual y forjado en la cantera del Bayern, ha sucumbido a la superstición, ángel o lo que quiera que sea la querencia del Real Madrid con la Champions. El medio madridista es de los convencidos de que, en los peores momentos, el equipo sabe que va a ganar mientras el rival se va desangrando. El penaltito de Benatia al evanescente Lucas Vázquez se dio porque el balón estaba donde tenía que estar, no en otro sitio. El Madrid también sabe que un día se caerá del alambre y le lloverán chuzos de punta por retozar cuatro meses en la Liga y abandonar la Copa. Pero mientras dure el ‘pacto’ con Europa la grada callará y sus poderosos medios afines taparán sus miserias, que las tiene. Porque no es de recibo que un plantillón como el del Madrid haya ganado solo 6 ligas en los últimos 20 años y 3 Copas en los últimos 26, cifras que delatan dejadez e irregularidad. A cambio, ha ganado 3 Champions en las últimas cuatro finales (6 en 20 años) y ha tejido un argumentario perverso y ficticio a su medida.
ASÍ PUES, EL MADRID LLEGA con el equipo fresco a su cita con un Bayern escocido que no ha olvidado el ultraje sufrido en la anterior edición a cargo del árbitro Kassai. Su condición de superviviente y la finura de CR7, ‘pichichi’ con 15 goles y fiel a su cita con el gol desde la final de Cardiff, le hace ligeramente favorito ante un rival que el paso de los años ha hecho menos agresivo con Heynckes pero con la misma laboriosidad que tenía con Guardiola y Ancelotti. El Bayern ofrece su mejor versión con el balón en su poder, el Madrid a la desesperada. Lewandowski, Müller, Ribéry y James en la mediapunta y con deudas pendientes con Zidane, son una garantía ofensiva, muy por encima de su defensa. Zizou ya ha condenado a Bale y dará la enésima oportunidad a Benzema con Isco detrás, titular en Europa y el factor desequilibrante de los blancos. La fiable competitividad alemana contra un rival con mucho duende