La injusticia con Iniesta

Iniesta no tiene un Balón de Oro y, a menos que este año gane el Mundial, es posible que concluya su excelente carrera sin el máximo galardón individual de un deporte colectivo. El trofeo ha acabado siendo un predio de dos dueños que se han ido turnando a golpe de genio, marketing y manipulación. Podía llamarse Balón de Gol o Gol de Oro porque tanto Messi como Cristiano Ronaldo son dos jugadores con una capacidad goleadora impresionante. Leo, además, posee un talento innato inigualable. Pero Iniesta no es un goleador insaciable. Ha marcado pocos goles, pero dos han marcado época.

El de Stamford Bridge. Con él sí que realmente empezó todo. Ese gol de último segundo frente al Chelsea fue el que permitió que el Barça fuera el mejor equipo del mundo. Sin ese disparo con el empeine, la historia hubiera sido otra. Y el de Suráfrica. El que permitió que España se proclamara por primera vez campeona del mundo de fútbol. Pocos, pero muy escogidos. Muy selectivos, muy decisivos.

Estuvo a punto de ser elegido tras ese Mundial, pero fue Balón de Plata. Ganó Messi, porque lo mereció (Leo siempre lo merece) y porque fue el primer año en el que se juntaron Balón de

Oro y FIFA Word Player y Blatter, el presidente de FIFA, quería un nombre, no sólo un jugador de fútbol para su primer gran trofeo. Después, el propio Blatter le dio uno a Ronaldo porque lo había imitado malamente, aunque Cristiano ese año lo único que ganó realmente fue que Portugal estuviera en la repesca del Mundial. El trío Messi, Iniesta, Xavi, en el podio del Balón de Oro, fue el momento más sublime para la cantera del FC Barcelona. Tres canteranos en la cúspide. Messi no lo esperaba, pero se lo llevó. Iniesta y Xavi lo entendieron y supieron aquel día que sería muy difícil volver a disponer de una oportunidad como esa. Si España gana el Mundial en Rusia este verano, podría ser.

Iniesta ha sido el jugador que más veces ha estado, tras Messi y Cristiano, en el once que votan sus compañeros, los futbolistas, para mejor equipo mundial del año, el denominado FIFPro. Ahí no hay marketing ni politiqueo. Votan más de 50.000 jugadores profesionales de las 211 federaciones mundiales. Es el reconocimiento de los que juegan con él, de la misma profesión, del mismo oficio. Seguramente los más entendidos. Esos sí le han dado a Iniesta el título que el Balón de Oro no le ha otorgado, en una de las grandes injusticias. Porque Iniesta no sólo es un futbolista completo, es una persona capaz de ser un ejemplo de deportista en una época en la que cada vez hay menos gente ejemplar