Campaña extraordinaria
La campaña del Barça ha sido extraordinaria. Y quiero afirmarlo antes de ganar la Liga y de saber lo que va a pasar con el eterno rival en Champions porque ha sido una gran campaña la que han hecho los culés con Valverde. Resulta fácil espetar el enunciado ‘En Liga, no nos ha ganado nadie’. Pero no lo es. Es, de hecho, tan difícil que nunca nadie lo había hecho y que se ha superado un récord de imbatibilidad vigente desde 1980. Como tampoco es nada fácil presentarse a una final de Copa después de un gran ‘palo’ en Champions y profanar con un 5-0 y un recital al otro finalista.
El desarrollo de la Liga y la Copa ha sido admirable, solo eclipsado por un grave error en la Champions que no permite marcha atrás, pero que puede ocurrir. Más que malo fue horroroso. Una de esas noches en las que todo sale mal y el rival encuentra la fórmula para desactivar a los cracks culés, y por ende al mejor del mundo: Messi . El verdugo va superándote en todos los niveles y minimizándote el juego, sobre todo el directo y el aéreo. Y te sentencia y hasta parece haber acabado con tu temporada.
Por ello estoy en desacuerdo con la crítica exagerada hacia Valverde. Pasados unos días de aquel mal trago, todo fluye distinto. Los cinco goles frente al Sevilla han acallado la mayoría de críticas que parecían haberse escampado demasiado rápido. El juego intenso y continuo del Barça demostró que Valverde no solo aguantó estoicamente todas las detracciones, sino que prefirió seguir trabajando para lo que quedaba de temporada, que no era poco: dos títulos en juego.
Con uno de ellos en el bolsillo y otro –el del trabajo, regularidad, análisis y sacrificio– a tocar, dejemos algo de espacio para la euforia, no la sigamos reprimiendo con ese maldito día que hasta los más grandes jugadores pueden tener. Y cuando hayamos degustado el sabor de ganar y hacerlo como se hizo en Copa y como va a suceder en Liga, será el momento de ponerse a pensar qué nos depara la próxima temporada, con altas y bajas, con Messi en cabeza, Coutinho en Champions. Y sin Iniesta. Aunque esto merece un artículo aparte