Talento había, talento hay
Un tapón en el Barça B (este año por ejemplo ha hecho 16 incorporaciones) y un tapón en el primer equipo frena la evidencia del potencial de La Masia. Hay que ser más valientes con los chicos
Mientras aquí nos preguntábamos cómo era posible que el Barça B- que este año ha hecho 16 in corporacionesestuviera en posición de descenso mientras el Juvenil A acababa de ganar la Europa Youth League, los futbolistas de García Pimienta y el cuerpo técnico disputaban, como si tal cosa, un torneo de billar en el hotel de Nyon donde celebraban el título. Como no habían llevado ropa de calle, sólo chándal, no se podía hacer gran cosa más que celebrarlo en el hotel.
Buen rollo en el equipo y trabajo extra para los ejecutivos que tienen en marcha las ampliaciones de varios contratos: Abel Ruiz, Miranda, Puig... y, así, hasta catorce futbolistas. Eso sí, Iñaki Peña, el portero, acaba de ampliar contrato. A propósito de este asunto de las extensiones, en Suiza estaba Josep Maria Orobitg con sus ayudantes, como el ex jugador del
Barça Pep Setvalls, porque asesoran a varios chavales y al entrenador. Que esa es otra.
Fuentes del club nos confirman, sin embargo, que en este viaje no se habló del pase de García Pimienta al Barça B por más que el citado Orobitg sea el agente de Gerard López . Lo que ocupa y preocupa es garantizar la continuidad de los chavales que, como todos los años, están recibiendo ofertas para cambiar de país en condiciones económicas muy ventajosas. Nada nuevo, por otra parte. Esto es algo que viene sucediendo desde hace años. La Masia era y es una mina de talento. Otra cosa es que, durante el periodo de formación que aún tienen por delante, se sepa pulir los diamantes surgidos en la casa. Y luego, claro está, se les ofrezcan oportunidades en el primer equipo. Veamos.
Cesc, Piqué, Bellerín, Toral, Eric García, Segio Gómez, Adama, Mboula, Pleguezuelo, Sergi Canós, Keita Baldé, Pacheco, Carlos Blanco, Josimar, Icardi, Sanabria, Pol García, Lee, Carlos Blanco... y muchos otros, de todas las generaciones, salieron a buscarse la vida. Algunos volvieron, otros se fueron más tarde, Deulofeu, Rafinha, Oriol Romeu, Thiago, Bartra...
La cuestión es que, entre tantísimo talento, arriba llegan muy pocos. Poquísimos. En 2014 se ganó la primera Youth League y sólo hemos visto a Munir en la plantilla profesional. Algo ocurre, evidentemente, entre el juvenil y el primer equipo. Lo del Barça B lleva años siendo penoso y en el Camp Nou, también es verdad, se dan muy pocas oportunidades.
En el crecimiento del talento de La Masia es básico el valor de los máximos responsables y, sinceramente, no ha habido valentía suficiente para abrir un camino a jóvenes que podían estar ocupando la ficha que tienen jugadores del primer equipo de calidad más que discutible. En el club, en todo caso, buena parte de la culpa se le da al empedrado y señalan que el tapón con el que choca la cantera es la calidad de los futbolistas del primer equipo. Son tan y tan buenos, que los chavales no se ven capaces de quitarles el puesto y se cansan de esperar. Algo de razón hay, desde luego, pero la esencial es que se debería confiar más, mucho más en los chavales. Sobre todo en el Barça B donde resulta vergonzosamente ridículo que haya más futbolistas de fuera que de La Masia donde, como acaba de verse, hay calidad para ganar la Copa de Europa. Y total, todo para estar peleando por evitar un descenso