Ayuno si el Liverpool gana la Champions
Solo Lorenzo Quinn no firma: el escultor quiere que gane la final de Kiev el Real Madrid
Inma Puig, psicóloga del Celler de Can Roca y guardiana de todos los secretos del Barça, nos da una clase magistral sobre el ayuno que ella practica una vez al año. Sus retiros duran diez días y los concentra en el Garraf. Ayuno absoluto combinado con masajes, caminatas, actividades de relajación, desintoxicación de móviles… Aiisssh, las caras en la mesa que compartimos con Santi Nolla, Director y Consejero Delegado de Mundo Deportivo, reflejan la angustia que supone dejar de estar conectados al móvil. La que más sufre es Natalia García Timofeeva, nuestra gimnasta rítmica, que ya ha vuelto a los entrenamientos tras ser operada de la cadera. Natalia es asidua a Instagram, no se ve desconectando tantas horas.
Andrea Huisgen frunce el ceño. Huisgen es business development executive & casting manager en Swolf Group –grupo de empresas especializada en servicios de marketing– y fue una de las responsables de la coordinación del sistema de reparto de entradas de la final de la Copa del Rey empleando un exitoso software en alianza con Aina Group para el FC Barcelona. Ella no puede vivir sin móvil. Como la Miss España 2018 Sofía del Prado, embajadora de la Liga Día de Baloncesto Femenino, una mujer preparada que vive, como todos los de su generación, enganchada al celular.
Inma Puig sigue con las explicaciones. Está muy bien eso de que eliminas toxinas y que las uñas, el cabello, la piel, tu cuerpo en general respira y es beneficioso porque los intestinos quedan limpios, pero cuando empieza a explicar que sacas la suciedad “por todos los sitios”, que hueles a podrido, que tu cuerpo empieza a expulsar de todo por todas partes, el resto de la mesa se baja del ayuno.
Así que hay que motivarlos. “Si gana la final de la Champions el Liverpool, ¿hacemos el ayuno todos?”. Y ahí empiezan a sumarse algunos a la propuesta, ya pueden imaginarse, los más futboleros.
Julio Salinas aun no entiende que la Roma fuera capaz de remontar al Barça y que el mejor equipo de la Champions no opte a estar en la final de Kiev. Julio es divertidísimo. A él eso del ayuno le parece un imposible, “si necesito comer cada cuatro horas o mi estómago se queja”, eso sí, se cuida como pocos. No toma lácteos, ni azúcar, ni alcohol –salvo el cava que le sirve para su colección de placas. Practica deporte cada día, un partido de pádel como mínimo. Viene de ganar a Puyol y Kluivert en dos torneos diferentes, es una fiera. Pero el ayuno… ni loco.
Xavi Bosch, fantástico escritor y todavía mejor compañero de mesa, cree que podría hacer un esfuerzo por una buena causa, aunque eso de los olores le tira para atrás, aunque Santi Nolla, por solidaridad, haría el ayuno con él. Jaume Gurt está más en la línea de Salinas, cree que es totalmente imposible pasarse un día sin comer… menos diez.
Lluís Foix, uno de los autores que ha triunfado en Sant Jordi, comparte con Lluís Canut que no están para ayunos pero si se apunta a las caminatas por el Garraf. La doctora Elena Barraquer, que no puede ser más guapa y estupenda, no hace ayunos porque no los necesita, a ella la purifican sus expediciones solidarias para operar cataratas. La Fundación Elena Barraquer es un referente.
Lorenzo Quinn y su esposa Giovanna viajan esta semana a Venecia. Sus manos en la fachada del hotel Ca’ Sagredo son un espectáculo. Sigue con sus proyectos impresionantes y con su pasión por las motos. Quinn no firma hacer ayuno si gana la final de la Champions el Liverpool, él es madridista de siempre y quiere que en Kiev repita su equipo. En la mesa se queda solo
La abstinencia del móvil es lo que peor lleva la mesa, junto a los malos olores