ESTÁ DE VUELTA
Llull reaparece con destellos de calidad en la victoria del Real Madrid sobre el Panathinaikos
Los blancos, que sufrieron hasta el final, emergieron gracias a la clase de Carroll y Felipe
Ocho meses y como si nada. Aunque costó algo entrar en ritmo, al final Sergi Llull firmó los triples lejanos importantes y mostró el carácter de siempre para contribuir a la victoria de su equipo sobre el Panathinaikos que coloca el playoff de cuartos 2-1 y acerca a los de Laso a la Final Four.
El menorquín anotó 8 puntos y sirvió 4 asistencias en una tarde memorable pero también de sufrimiento en el WiZink Center de Madrid. No está mal para 18 minutos en un jugador que físicamente no parece lejos de lo que era pero que lleva desde el pasado verano sin jugar. Volver en un partido de esta intensidad y trascendencia era un desafío mayúsculo al que Llull supo responder con solvencia.
A la actuación del balear hubo que añadir, sobre todo, las canastas finales de Carroll y Felipe Reyes, principales artífices de la escapada definitiva de su equipo en los últimos dos minutos. El de Wyoming fue el faro ofensivo (17 puntos) y Felipe aportó su astucia en la recta final para asegurar rebotes, posesiones y forzar faltas.
El triunfo hizo justicia a los méritos de un Madrid más dominante aunque incapaz de sentenciar de forma definitiva antes del final. Los blancos sufrieron en una primera mitad carente de ritmo y saldada con una renta de seis (40-34) tras capitalizar una técnica a Xavi Pascual por protestar una posible falta a Payne. La bocina del descanso frenó el desequilibrio emocional visitante no sin antes presenciar un mate descomunal de Doncic ante la defensa constituida.
El esperado de debut de Llull se había producido, con el pabellón en pie cuando entró al final del pri- mer cuarto, pero sus primeros tiros no hallaron el objetivo y su presencia no tuvo impacto en el marcador... todavía.
El Madrid salió más centrado en defensa en la reanudación, con Jeffery Taylor como motor, tanto en su trabajo intenso en defensa sobre Calathes como en sus acciones rápidas en ataque. Thompkins aportó algún triple, Ayón se fajó en la zona y las diferencias alcanzaron los once puntos (55-44) en un momento en el que se podía pensar en que el partido iba a romperse. El Madrid, de todos modos, dejó de ser fiel a sí mismo y evitó los riesgos. Se centró en los ataques controlados, en buscar situaciones cómodas y eso le impidió coger el impulso que parecía coger en este período.
Quedaba la duda de si Llull seguiría con oportunidades en el momento clave y Laso las disipó rápido. Ya con más ritmo, el 23 blanco encontró su momento en el último cuarto al anotar dos triples casi seguidos que colocaron el 7063 en el marcador a menos de tres minutos del final. El Panathinaikos no se rindió y James lideró la reacción hasta el empate a 70. Un tres más uno de Carroll y los tiros libres finales de Felipe dieron el impulso definitivo a su equipo para colocar un 1-0 vital