Las manos invisibles
El caso de Shaquem Griffin, primer manco en la NFL, no es único. Béisbol, surf o kickboxing tienen sus cracks
“Tenía ocho años cuando un entrenador me dijo que no podía jugar un partido. Era a causa de mi mano. Dijo que se me debería prohibir el fútbol americano porque este deporte es para jugadores con dos manos. Fue la primera vez que tuve que vérmelas con alguien que pensaba que yo no debía –o no podía– hacer algo a causa de mi mano. Como si fuera defectuoso, como si no perteneciera a este mundo. Fue justo entonces cuando me di cuenta de que siempre debería demostrar a la gente que se equivocaba”.
Este es un extracto de la carta abierta a la NFL que Shaquem Griffin publicó a través de The Players Tribune, un foro en el que los deportistas pueden expresarse en primera persona, algunas semanas antes del draft. Hoy este linebacker procedente de la Universidad de Central Florida ya es jugador profesional tras ser elegido en 5ª ronda por Seattle Seahawks. Es el primero de su estirpe porque ha llegado hasta aquí pese a carecer de la mano iz- quierda, amputada cuando tenía cuatro años por una malformación .
Su caso es muy llamativo y ha encontrado un enorme eco mediático especialmente en EE.UU., pero no es el único. Muchos otros decidieron hacer como él: no rendirse jamás. Algunos se quedaron en el camino, pero otros, como Shaquem, acabaron triunfando