Un mes y medio divino vale la salvación
La racha del Joventut desde el 1 de abril es la segunda mejor tras la del Real Madrid
Con diez partidos por delante, 20 derrotas acumuladas y a dos victorias del primer equipo al alcance, las opciones de salvación para el Divina Joventut al paso por la jornada 24 parecían cuanto menos remotas. El más optimista de los aficionados verdinegros podría pensar en un rescate ‘in extremis’ en la jornada final, sufriendo y gracias a algún empate a puntos.
Al final, no hubo agonía hasta el final sino alivio prematuro. Tras verse en una situación de semicondena, el Joventut protagonizó una reacción espectacular para lograr la salvación fulminante y matemática a dos jornadas del final de la fase regular. Con la victoria sobre el Fuenlabrada, la Penya ha ganado siete de los últimos ocho partidos disputados lo que constituye la segunda mejor racha en la liga tras el Madrid. O sea que en una clasificación sólo con los partidos desde el 1 de abril, los badaloneses irían segundos.
Los fichajes de Laprovittola y Conger, el relevo en la dirección técnica y la mejora de confianza de piezas importantes en el juego interior especialmente son algunas de las claves de este resurgir verdiConger, negro, reflejado en un mes de abril fantástico en el que se transformó por completo la imagen del equipo. “Si ganamos nosotros nos salvamos, eso es en lo que estamos centrados”, dijo el técnico Carles Duran cuando asumió el cargo y su plan ha salido perfecto.
Con ello la Penya se mantiene como uno de los únicos tres clubs de la ACB que nunca ha perdido la máxima categoría, junto a Madrid y Estudiantes, aunque los colegiales sí que lo sufrieron la pérdida de derecho deportivo y lograron salvarse luego en los despachos.
La primera victoria de esta racha fue un apurado 92-91 tras prórroga ante el Gran Canaria el 1 de abril pero la chispa que encendió al equipo hay que encontrarla dos semanas antes, con la derrota sufrida en casa ante el Monbus Obradoiro (62-63) en un final polémico que costó críticas arbitrales. Tras tocar fondo ese día, así fue la reacción fulgurante del equipo: el alero fichado con una derrama de un sector de la afición. Con el triunfo se rompió una racha de 13 derrotas consecutivas. Duelo directo con el objetivo ini- cial del triunfo y el logro final de superar también un ‘average’ im- pensable (en Bilbao se había perdido por 25). Laprovittola, con 31 de valoración, lideró un equipo que era evidente que iba lanzado.
La Penya se mantiene como uno de los tres clubs que nunca ha perdido la categoría