GRACIAS INFINITAS
El barcelonismo muestra su eterna gratitud a Iniesta y el genio regala 81 minutos, los 15 últimos jugando junto a Leo Messi Andrés recibió el trofeo de la Liga ante el fervor de la grada y su familia le acompañó en una noche imborrable Tras irse Xavi y
Fue la última vez. Nunca más volveremos a ver su magia, su fino regate y su dulce toque. Con la nueva camiseta que homenajea a la ciudad de Barcelona, Iniesta jugó 81 minutos en plenitud y divirtiendo a la grada hasta que dejó el brazalete a Messi, con quien jugó sus últimos 15 minutos. El Camp Nou estalló de emoción y lo agasajó ya en el banquillo, donde se cubrió la cara emocionado. Atrás quedaban 22 años de fidelidad al Barça, 674 partidos oficiales, 32 títulos, los de la era más luminosa del club pero, por encima de todo, un legado de sabiduría, elegancia y honradez. Don Andrés es leyenda a sus 34 años y solo queda desearle que le vaya bien en Japón y esperar a que termine su aventura para que a la vuelva imparta lecciones de vida y fútbol en las aulas de La Masia.
El club se ha portado muy bien en la gestión de los tiempos, en su contrato abierto a las dudas y ha estado a la altura de una despedida sentida y con sensibilidad. Iniesta siempre tendrá las puertas abiertas. Desde hoy ya es un importante empresario vitivinícola y seguramente en el Vissel Kobe disfrutarán de su magisterio después de pasar por el Mundial, donde aún tiene mucho que decir.
Con la noche cerrada, los ‘tabalers’ dieron paso a los jugadores, todos ataviados con la camiseta de su capitán. Su salida bajo los focos fue atronadora y en el césped estuvo acompañado por su esposa Anna y sus hijos Valeria, Paolo Andrea, Siena y toda su familia. Junto con la totalidad de sus compañeros en el improvisado escenario, el crack de Fuentealbilla recibió entre vítores la copa de la Liga de manos del recien estrenado presidente de la RFEF, Luis Rubiales. Copa y Liga, octavo doblete de la historia, fue festejado en una noche histórica por jugadores, técnicos y el culé militante (84.000 asistentes).
No hubo discursos masivos como antes. Persona de pocas palabras pero sinceras, Andrés dijo en su intervención que había sido un “orgullo defender este escudo, el mejor del mundo”. “Os llevaré en el corazón para siempre”, dedicó sentidamente a la afición.
El Barça ganó con un gol de Coutinho, al que postulan como sucesor de Iniesta una obra de delantero nato. La Liga ha sido incontestable con el campeón (93 puntos) a 14 puntos del Atlético y a 17 del Real Madrid, distancia récord con respecto al máximo rival
que iguala a la del año Venables.
Iniesta vivió un partido muy especial. Un mosaico con el eslogan ‘Infinito Iniesta’ sobre fondo blaugrana recibió al mito. La Real hizo el pasillo al campeón y el Barça correspondió homenajeando a Xabi Prieto por su trayectoria. La agresión de Navas a Dembélé, que no supo leer la dimensión del partido, fue la nota negativa de una noche con mucho sentimiento.
La primera acción de Iniesta llevó su firma. Un envío suave sobre
Dembélé, quien, necesitado de reivindicarse, rompió a la defensa ‘txuri urdin’ pero no definió.
Tampoco los inicios de Iniesta fueron felices. En estos días, el crack ha dado más titulares que en los últimos 22 años. Siempre con expresiones sin estridencias. Sin una palabra más alta que otra, destapó en RAC1 su recelo con Rijkaard por dejarlo fuera del equipo titular de París. (“Rikaard me dijo una cosa muy fuerte sobre mi suplencia en París”). No tuvo fácil consolidarse. Iniesta fue con Xavi,
Deco y Messi protagonista de la polémica por la utilización de los ‘jugadores bajitos’ en aquellos tiempos. El Chelsea de Lampard fue el detonante en 2005 de aquella controversia tras eliminar de la Champions al Barça por 4-2 en Londres Han pasado los años y la apuesta por los ‘pequeños’ está en el Museo del Barça. Xavi (767 partidos), Iniesta (674) y Messi (636) son los jugadores que más veces han vestido de blaugrana