Godín y Gabi apagaron los pitos a Griezmann
Por los rumores que sitúan al francés fuera del Atlético para fichar por el Barça
Antoine Griezmann fue uno de los grandes protagonistas de la final de la Europa League en la que el Atlético de Madrid conquistó su tercer título en dicha competición. Hizo los dos primeros goles ante el Marsella, fue el MVP del partido y, por todo ello, debía ser recibido como un héroe en el Wanda Metropolitano ante el Eibar. Pero no fue así.
Haciendo caso a los rumores que le sitúan en el Barça el próximo curso, el de ayer pudo ser su último partido con el conjunto rojiblanco, y la afición le recibió con silbidos cuando entró al campo en lugar de Ángel Correa. Las dudas en cuanto a su futuro le pasaron factura. Luego hubo aplausos. División de opiniones. Pero los silbidos existieron. Ya se notó que se avecinaban cuando salió a calentar, ya que la grada coreó a Diego Godín y a Diego Costa, que estaban con él, pero no al francés.
La reacción de la afición no gustó ni lo más mínimo en el terreno de juego. Ni al propio Griezmann, que asistió a ello perplejo. Gabi tiró de galones y se encaró con la grada para pedir apoyo para Antoine, e incluso se dirigió al fondo sur con el balón en juego para que cambiasen su actitud. También lo hizo Diego Pablo Simeone. Pero todavía más destacable fue ver a Godín correr desde el banquillo hasta el fondo sur para decirle a los hinchas colchoneros que alentasen al ‘7’.
Situación incómoda
Y dicho y hecho. Godín y su carisma habían hablado, así que el estadio comenzó a cantar a Griezmann, que seguía descolocado sobre el césped. Fernando Torres, el gran protagonista del día por su emotiva despedida, se acercó a hablar con él después de que el Eibar empatase a dos. Los seguidores rojiblancos coreaban su nombre, y él observaba a la grada, impasible, mientras también se cantaba contra el Barça, ese club al que se comenta que se marchará para desencadenar todo lo ocurrido.
En el homenaje a Torres se vio a Griezmann en un segundo plano, junto a sus compañeros, observando el cariño que la afición del Atlético de Madrid le tiene a Fernando Torres mientras que a él, después de ser el héroe en Lyon, le reciben con silbidos cuando ni siquiera es oficial que se vaya a marchar