Y 539 días después se puso los guantes
En una última jornada caracterizada por las despedidas de futbolistas emblemáticos como Andrés Iniesta, Fernando Torres y Xabi Prieto, entre otros, sería injusto pasar página y olvidarnos de jugadores como Jon Ander Serantes. El portero del Leganés no se retira ni se va. Todo lo contrario, está de vuelta.
Casi un año y medio después, volvió a situarse bajo los palos para defender el marco del equipo blanquiazul en partido oficial, en la visita del Betis a Butarque. Quedaban atrás meses de intenso trabajo tras sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en el encuentro que disputó ante el Espanyol un 26 de noviembre de 2016. Una gravísima lesión a la que se unió la recaída de otra en el hombro izquierdo que hizo que se alargara casi ‘sine die’ su reaparición.
Durante su convalecencia, el Leganés tuvo el detalle de ampliarle el contrato y Serantes, a su vez, dando muestras de su compromiso, renunció a tener ficha hasta final del pasado año para que el club pudiera utilizar su vacante para reforzarse con otro futbolista.
El sábado, por fin, volvió aponerse los guantes el día en que se despedían dos históricos como el técnico Asier Garitano y el capitán Martín Mantovani. El portero casi los eclipsó. Butarque coreó su nombre cuando fue nombrado por la megafonía y el protagonista reconoció que “hubiese preferido que pasaran cinco minutos hasta el inicio porque estaba en una nube”.
Como se suele decir, muchas veces los héroes no llevan capa. Serantes es un buen ejemplo