Estocada de Simon Yates antes de la contrarreloj
El líder logra su 3ª victoria de etapa y amplía la diferencia sobre Dumoulin. Froome falla de nuevo y Pello Bilbao sigue entre los mejores
Haciendo bueno el dicho que reza que el mejor ataque es una buena defensa, Simon Yates demostró ayer que va muy en serio en este Giro de Italia, cuando en la 15ª etapa, a falta de 17 kilómetros de meta, de una jornada rompe piernas, de constante sube y baja, con cuatro puertos y más de 4.000 metros de desnivel, la maglia rosa lanzaba un ataque letal que nadie de sus principales rivales podría seguir y que le afianzaría más al frente de la clasificación general. Por detrás del líder del Mitchleton-Scott, cinco gallos de mucho calado, como Tom Dumoulin (Sunweb), Domenico Pozzovivo (Bahrain-Merida), Miguel Ángel López (Astana), Richard Carapaz (Movistar Team) y Thibaut Pinot (FDJ), que por más que trabajaron bien fueron incapaces de atrapar al británico.
El final de la 15ª etapa fue una vez más espectacular, gracias al acierto en el diseño de etapas de estas características, en las que no hay descanso, de toma y daca constante, y al empeño de los favoritos de deleitar a la afición un día tras otro, tal como hizo la maglia rosa a falta de 17 km. Primero tensó la cuerda y después la cortó para salir disparado sin que ninguno de sus rivales se viera con fuerzas de seguirle. Simon Yates, mirando de vez en cuando para atrás para constatar el daño que estaba haciendo, subió los últimos kilómetros del día como un cohete y los bajó como una exhalación.
Un ataque sin defensa posible
Tras Yates, sus perseguidores más inmediatos en la general, Dumoulin, Pozzovivo, Pinot, Miguel Ángel López y Carapaz, trabajaban a destajo para minimizar el daño que había hecho y el hueco que iba abriendo el británico, pero su esfuerzo fue en vano, y es que el arreón de Yates fue de los que ya no se ven. Bajó como los ángeles una carretera estrecha alpina, delicada en algunos puntos, y mantuvo el margen cuando la carretera se ponía cuesta arriba, mientras por detrás dudaban y les faltaban las fuerzas, con un Chris Froome que se descolgaba. A cada golpe de pedal Yates ganaba unas décimas, unos segundos. La diferencia de la maglia rosa no dejaba de crecer respecto a sus perseguidores. Llegó hasta un máximo de 52”, con un Froome que después de la exhibición del Zoncolan volvía a mostrar su peor versión.
Mientras tanto, en el primer grupo perseguidor, Tom Dumoulin hizo saltar la voz de alarma cuando se descolgaba. El ritmo elevado de Pinot, y los ataques constantes de Carapaz parecían dejar KO al ganador de 2017. Pero gracias a la táctica errónea de los rivales que le precedían y a su constancia, llegó a enlazar y entró 3º en la meta de Sappada, a 40” de un Yates que empleó 4h37’56” en recorrer 178 km. Tras el grupo de Dumoulin, Pinot, López, Carapaz y Pozzovivo entraba a 1’19” el de un regular Pello Bilbao que sigue en el top ten, con un Chris Froome que cedía 1’32” y que suerte tuvo una vez más de tener a su lado a su compañero Wout Poels.
Apasionante etapa, que consolida aún más a Yates como líder del Giro. Ahora tiene un margen de 2’11” sobre Dumoulin. Puede que le recupere este tiempo en la contrarreloj de mañana, pero todavía quedarán tres duras etapas de montaña que garantizan espectáculo y emoción hasta las puertas de Roma