Vamos a renunciar a títulos?
Vamos a ver. Un socio del Barça se levanta cada mañana, trabaja un mínimo de ocho horas al día, se lleva las preocupaciones a casa y le da para un sueldo que le llega para la hipoteca, la familia y, en el mejor de los casos, un pequeño ahorro. Paga el carnet del Barça y, si tiene suerte, un abono en el Camp Nou. A veces costea hasta dos y tres abonos a nombre de los hijos. Acudir una treintena de veces por temporada al Camp Nou es su ilusión y su pasión. Cada partido es una fiesta. Celebra como suyo cada gol de Messi, enloquece cuando el equipo gana partidos y no digamos ya con los títulos. Venera a sus ídolos, incluso, cuando admiten que no están mentalmente preparados para formar parte de este equipo. Son estrellas que juegan, dicen, en el mejor club del mundo. Cobran, eso sí, como si estuviesen en él y lo ganasen todo cada año. Cuando ganan, tienen suculentas primas aparte, como si ganar no formase parte de su contrato. Entrenan dos horas al día y, los que más juegan, disputan 50 partidos -de 90 minutos- al año. Otros, 30. Otros, 10 ratitos. Y ahora resulta que, ¿para intentar ganar la Champions, hay que tirar la Copa? No entiendo nada.
¿Qué quiere decir priorizar un título antes que otro? El Barça, y los grandes del mundo, disputan Copa, Liga y Champions y tienen que ir a por los tres títulos. Luego se llega donde se llega, los rivales también juegan, la fortuna existe y esto es deporte. No siempre gana el mejor pero, eso sí, siempre gana uno. Valverde sabrá cómo hacer para que el equipo que lleva tres años goleando en el campo del campeón de Europa (0-4, 2-3 y 0-3 en el Bernabéu), llegue de nuevo a las semifinales de Champions, y si puede ser a la final y, ya puestos, ganarla. Pero por ‘tirar la Copa’ –expresión de moda-, o poner jóvenes de la cantera en esa competición y que lleguen hasta donde puedan, ¿significa automáticamente que se va a ganar la sexta Champions?
El silogismo no funciona así. Es más, ¿en Roma se perdió porqué el equipo se había desgastado ante Español, Celta y Valencia en la Copa? ¿Dzeko nos cogió la espalda cada dos por tres porqué Piqué y Umtiti habían jugado demasiados minutos en la Copa? ¿Manolas se anticipó a Semedo por culpa del cansancio copero? ¿Cómo pudo quedarse Ter Stegen demasiado bajo palos si el portero del torneo del KO era Cillessen? ¿O es que Iniesta se equivocó la noche anterior al revelar a sus compañeros que se iba del Barça? ¿Hasta que punto, el conocimiento de esa noticia –también revelada por Piquéles debilitó o les atenazó? ¿O es que esa noche Valverde se equivocó en el planteamiento (con Roberto en el centro del campo, con Busquets infiltrado y con Paulinho en el banquillo), en el nudo (sin saber variar el rumbo del partido y recuperar el balón) y en el desenlace (rezando para que no les marcaran el tercero en lugar de ir a marcar uno y terminar con la pesadilla)?
La dolorosa derrota de Roma, el único lunar de una excelente temporada, nada tiene que ver con la Copa. Las debacles pasan si no se ponen los cinco sentidos, durante los 90 minutos, como si te fuera la vida en cada balón. Pensando que somos muy buenos, que tocamos la pelota como nadie, que con unos cuantos esfuerzos a ratos nos sirve y que nadie nos va a meter tres tantos, nos vamos para casa, hayamos jugado la Copa con titulares, con suplentes o con los juveniles
¿’Tirar la Copa’ significa automáticamente que se va a ganar la 6ª Champions?