“EL ESPANYOL DEBE ESTAR SIEMPRE EN EL TOP10”
El 18 de enero de 2018 fue nombrado director general corporativo del Espanyol y lleva algo más de dos meses ‘viviendo’ en Cornellà-El Prat. Roger Guasch empieza a saber lo que significa ‘la força d’un sentiment’ pese a que se define como “poco futbolero”. El presidente Chen Yansheng ha puesto en manos de este doctor Ingeniero Químico el nuevo plan estratégico tras resultar fallido el primero, después de dos años de funcionamiento. El máximo ejecutivo del club ha abierto las puertas de su despacho a Mundo Deportivo para hablar del presente y del futuro del club catalán.
¿Cómo le convencieron para fichar por el Espanyol?
Fue fácil. Me llamaron y me dijeron: “Hay un proyecto muy difícil, hay que darle una orientación nueva y es del mundo del fútbol”. Dentro de un proceso de selección llegué a la entrevista y me explicaron que se trataba del Espanyol. Siempre he dicho que me gusta trabajar en proyectos de la marca Barcelona: estuve en la Aliança, en el Liceu y ahora, en el Espanyol. Barcelona tendría que potenciar el fútbol dentro de una visión más global. Y como era una cosa en la que creía, me enamoré del proyecto, pasé el proceso de entrevistas y aquí estoy ilusionado y contento.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido del Espanyol?
Las ganas de hacer cosas, la gente, la ilusión y la pasión. Son requisitos indispensables para hacer un proyecto de futuro. Están siendo meses intensos porque estamos proponiendo cosas nuevas y todo el equipo trabaja. Estoy muy contento porque todo el mundo pone lo máximo de su parte para que las cosas salgan bien.
¿Ve al Espanyol con un futuro prometedor?
Sí. Siempre voy a proyectos donde veo que hay posibilidades de éxito colectivo y este club lo tiene. Necesitamos tiempo porque debemos recuperar ilusiones perdidas y planificarlas bien. Pero hay materia para el éxito colectivo.
¿Cómo está llevando adelante el nuevo proyecto?
Me dijeron que querían llegar a ser un club de referencia a nivel global y para ello había que hacer un plan estratégico que desarrollase todo esto. Es un plan que debe desarrollarse en unos siete años, que puede ser cinco u ocho, donde estuviera clara la visión deportiva, social y económica. Sobre estos tres ejes he basado lo que han que hacer. Se lo presenté al presidente Chen y ya hemos empezado a arrancar.
El tema deportivo es uno de los que más preocupa a los pericos. El dirigente dijo que el Espanyol ya no necesitaría vender jugadores y Gerard Moreno, el ídolo, se marchará al Villarreal en las próximas semanas...
Las cosas no son como uno quiere y debemos tener honradez para rectificar y explicarlo. La transparencia es necesaria. Todo el mundo sabe que el presupuesto de la temporada 201718 tiene un déficit de 17 millones de euros y hay que buscar fórmulas. Una de ellas pasa por la venta de futbolistas. Su marcha pasa por su cláusula de rescisión, que es de 20 millones de euros.
¿Dónde está el proyecto deportivo ilusionante?
Nos hemos conjurado para estar siempre en el TOP 10 sin altibajos y tenemos que trabajar para lograrlo. La ilusión está en construir un proyecto de consolidación y crecimiento. Cuando pensamos en el primer equipo, hay que saber que el director general deportivo Òscar Perarnau quiere una plantilla compuesta por cinco o seis jugadores del B. Eso significa dar importancia a la cantera e invertir en ella y en la Ciudad Deportiva Dani Jarque. ¿Qué objetivo se han fijado en el tema social?
Trabajar para que la gente se ilusione y consolidar la marca Espanyol en el territorio, con la ayuda de las peñas. Además, Barcelona te da una potencia increíble en el mundo y hay que abrazarse a ella. Y hay que explicar que el Espanyol también es bueno porque llevas a la ciudad por el mundo. Si somos embajadores de Barcelona, creceremos con ella y eso es bueno. El reto económico debe ser grande para poder hacer un Espanyol fuerte y sin necesidad de tener que seguir vendiendo jugadores... Para consolidarnos debemos trabajar para tener un presupuesto más alto. Se consigue a través de los ingresos de sponsorización, acercar a la gente al abono, trabajar la parte digital. Cuanto más arriba estemos, más obtendremos de las televisiones y más podremos invertir en la plantilla. La gente tiene que entender que comprar y vender jugadores es parte del negocio. Es lo que da el plus de poder estar cerca de las plazas europeas. El eje económico está basado en todo esto.
Chen Yansheng, el Consejo y usted mismo, ¿ya han entendido que el fútbol no es una empresa?
Es necesaria mucha gestión de empresa y trabajamos mucho para que la afición tenga momentos de emoción y sentimiento.
Eso no marca goles ni hace ganar un partido...
Sí, pero si gestionas bien podrás destinar más dinero en el terreno de juego, el estado anímico de la plantilla y empleados es mejor y eso hace que entiendan mejor los objetivos. Todo esto se debe llevar dentro de la lógica de un club de fútbol pero también se le puede añadir gestión.
¿Y cómo gestionan el desengaño de la afición que ha dejado de acudir a Cornellà-El Prat?
El Espanyol no tiene una vitrina de títulos pero sí de sentimientos. Si lo hacemos bien, la gente se volverá a animar porque siempre dan oportunidades. Es como cuando quieres a un hijo porque es tu hijo, la paciencia es infinita. Hay colores que se llevan de familia o por simpatía y eso hace que ames. Y la relación que tiene el socio con el Espanyol es de amor. Es lo que he analizado desde que sabía que venía al Espanyol. Es un valor que no se puede perder. La gente no es del Espanyol, quiere serlo, que es mucho más que ser.
En el último partido de Liga, en Cornellà-El Prat aparecieron carteles con una fotografías suyas, del vicepresidente Adolf Rousaud y de Àlvar Mallafré (director de seguridad del Espanyol) llamándoles culés e insultándoles gravemente...
Esto va creciendo, sin información y sin preguntar. Viene de una parte minoritaria para justificar otras cosas. Creo que es un error el pensar que gente que quiere de forma distinta no pueda colaborar en un gran proyecto. Yo soy afutbolero pero no podría ir a dirigir un proyecto sin poner sentimiento. Espero que las cosas funcionen bien. No me gustaría pensar que un club toma decisiones porque hay gente que en un momento determinado opina de una forma u otra. Creo que todo esto es más serio que un cartel que da recuerdos a mi madre que en paz descanse. Es un tema que aceptas, no ves motivo y el club, como cualquier otro, lo que tiene que hacer es apartar a esta gente violenta y que falta al respeto. El fútbol no es esto y el Espanyol no es esto.
¿Le ha enganchado el sentimiento perico?
Si. Siempre digo y creo firmemente en ello, que es bueno que en el trabajo que no hay dosis de mucha emoción porque te puede llevar a tomar decisiones que no son correctas. El sentimiento tiene que estar en el campo pero en el despacho hay que ser frío. Y eso es lo que hago. Pero la verdad es que me sorprendí a mi mismo cuando me vi levantado en el palco de Montilivi para celebrar el gol de Gerard al Girona. Alberto Ariza (director del Área Social del Espanyol) me cogió del hombro y me dijo que eso no podía hacerlo ahí, no era correcto. Pero pasábamos por un momento difícil, habíamos destituido al entrenador y estaba contento por lo que pasaba en el campo. El Espanyol engancha porque el sacrificio y el sufrimiento van en el ADN perico y estoy contento de participar en ese ADN.