Iniesta, Mejide y el desastre
En ‘Chester’, Risto gestionó con habilidad televisiva el incidente de la grada
El domingo, Risto Mejide nos ofreció otra ración de Iniesta en ‘Chester’, por si su adiós nos había sabido a poco. El programa arrancó, como siempre, con la narración afectada del publicista haciendo un relato edulcorado y vacío en el que es evidente que le gusta escucharse. Ese ‘Chester’ tenía un morbo especial, y es que era en el que se había producido el estropicio del derrumbe de la grada del público, con algunos heridos leves. El programa tuvo una segunda parte de grabación después del desastre. Mejide, al que se apreciaba algo nervioso al empezar, recordó el incidente: “Esta conversación empezó hace cuatro días, con este mismo público, en otro sitio y ocurrió un accidente”. Entre el público se observaban dos señoras con collarín y un niño con la pierna enyesada: las secuelas del percance. El publicista, con su capacidad para convertirlo todo en épica melodramática y cursi, transformó el desaguisado en homenaje pidiendo un sentido aplauso a todos los que vivieron esas circunstancias. Pero, a pesar de todo, recuperaron un fragmento de lo que sucedió ese día: “Hasta el momento se puede ver y se debe ver, porque pasaron cosas bonitas”. Aprovecharon lo bueno y, acertadamente, eliminaron el susto. Para cerrar el programa concedieron a los accidentados el premio de preguntarle algo a Iniesta. Sin duda, el trauma a nivel televisivo se gestionó hábil y dignamente.
Más allá de la anécdota, la entrevista fue muy completa, bien documentada, con muchas imágenes de archivo y, como era de esperar, hagiográfica. La artificiosidad de Mejide le permite preguntar lo más obvio y sabido como si fuera algo trascendente y novedoso. Si el publicista hace una pausa, se inclina un poco hacia el invitado como si hiciera una confidencia, pone un tono afectado y grave y pregunta: “Oye una cosa: ¿Por qué te vas?”. Casi cuela que Iniesta va a responder algo que no sabemos. Se ha explicado del derecho y del revés, pero si Mejide le pone el teatrito, la pregunta a algunos les debe parecer hasta profunda y original. En este ‘Chester’, el publicista logró equilibrar, eso sí, el efectismo con la substancia