El sufrimiento de los aspirantes
Zverev, Dimitrov y Nishikori escaparon de un adiós prematuro tras verse dos sets a uno abajo y remontar
En los torneos del Grand Slam, más si cabe en Roland Garros por la exigencia de la tierra, casi tan importante como el qué es el cómo. Ganar en tres sets en hora y media no es lo mismo que necesitar cinco mangas y más de cuatro horas en pista. Hay una segunda semana a la vuelta de la esquina y cualquier ahorro de energía es agua bendita para los candidatos al título en previsión de abordar más adelante los partidos decisivos.
Tras levantar cuatro bolas de sets en contra, la propia celebración de Rafa Nadal tras batir en su debut al italiano a Simone Bolelli en tres mangas encerraba algo de ese pensamiento.
A Alexander Zverev (nº 3 mundial), Grigor Dimitrov (5º) y Kei Nishikori (21º), tres tenistas llamados a disputar las últimas rondas, se les fue ayer al garete ese cálculo de reservas y acumularon un cansancio que les puede pasar factura más adelante. Los tres aspirantes sufrieron en la misma jornada el rigor de la tierra y tres rivales sin complejos en 2ª ronda. Los tres tiraron de clase y escaparon finalmente de un adiós prematuro, pero a costa de un esfuerzo extra tras verse dos sets a uno abajo y agotar las cinco mangas.
Más de cuatro horas
Zverev, de 21 años, el mejor de la gira sobre arcilla Rafa Nadal al margen, doblegó la férrea oposición de Dusan Lajovic (60º), a quien le faltó gasolina para concretar la gran campanada: 2-6, 7-5, 4-6, 6-1 y 6-2 en 3h.24’ para el alemán.
Mayor desgaste sufrió Dimitrov ante Jared Donaldson (57º), que le tuvo 4h.19’ en pista antes de claudicar por 6-7 (2), 6-4, 4-6, 6-4 y 10-8, pues no hay tiebreak en el quinto set. El búlgaro estuvo a dos puntos de la derrota, pero esquivó el KO.
Nishikori, que no jugaba un Grand Slam desde Wimbledon’2017, también estuvo muy exigido por Benoit Paire (51º): 6-3, 2-6, 4-6, 6-2 y 6-3 en 2h.59’