“SOLO CON EL ESTILO NO SE GANA NADA”
Usted ha repetido muchas veces que más allá de los hombres, de los sistemas, lo realmente importante es el estilo de juego. Y el estilo de la selección es reconocible e irrenunciable.
El estilo no cambia, como usted dice. La base del juego que tenemos está bien delimitada, lo que hemos querido y hemos pedido a los futbolistas, ya está, ya lo tenemos. El cambio de un jugador u otro no varía casi nada, ni en lo que les pedimos, ni lo que nos pueden dar. Cuando se habla de un estilo parece que es algo inerte, que está ahí. No. Los estilos hay que alimentarlos. El estilo no te gana nada. Sino lo que tú le des. El estilo es una manera de concebir el juego, pero ese juego tienes que desarrollarlo en todos los aspectos. Si no se queda en una foto. Nada más.
El estilo lo marcan los futbolistas.
En ese aspecto lo que está claro es que las condiciones del jugador español que tratamos de traer son cercanas a un contexto de tener el balón, de llevar la iniciativa, de jugar en campo contrario... pero tampoco lógicamente tenemos que cerrarnos a jugadores que tengan otra características y que entendamos que puedan mezclar también con nosotros. En el fútbol, una de las situaciones a las que tienes que estar muy atento es a su evolución, va muy rápida y también la propia formación de los jugadores va cambiando y con ella los perfiles de los jugadores.
Cuando mira el equipo qué tiene, los que están sobre el campo y los que se quedan en el banquillo, usted piensa que tiene un ‘equipazo’, aunque no lo diga públicamente.
Yo siempre he demostrado mi admiración por el grupo que tenemos, por los hombres que manejo y el equipo que tengo. No tengo ninguna duda yo, ni creo que tampoco la tengan ellos. Pero, a partir de ahí, estoy seguro de que los seleccionadores de otras selecciones también tienen esa admiración por sus equipos y todos trataremos de enfocar esa admiración, esa ilusión y esa confianza que tenemos en ser capaces de llegar muy bien preparados y competir al máximo nivel en una competición que no te permite ningún error.
¿Qué significa afrontar el torneo
desde la posición de favorito, ganada a pulso por todo lo bien que se ha hecho durante la fase de clasificación y en los amistosos de estos dos últimos años? ¿Es una ventaja o una responsabilidad acumulada?
El problema es que usted lo enfoca todo mucho hacia fuera y nosotros lo enfocamos todo hacia dentro. Todos, los jugadores también. Intentamos mirar para el equipo no hacia lo que dicen de nosotros. Tenemos en cuenta lo que le hemos dado al equipo colectivamente e individualmente y qué es lo que queremos dar en cada partido. Queremos intentar seguir creciendo en esa sintonía que tratamos de tener. Seguimos buscando los mejores contextos para que los jugadores desarrollen mejor sus condiciones. Nada nos va a separar de ese fin. De lo que ha sucedido hasta ahora estamos contentos...
Satisfechos...
No, he dicho contentos. Ahora tenemos un Mundial por delante para seguir mostrando ese nivel de compromiso que han demostrado los chicos, que ha sido muy grande. Su grado de determinación, de convicción, de querer ser lo más parecido a un equipo en todos los aspectos colectivos. De entregar lo mejor de cada uno individualmente en aras de una serie de conceptos que creo que están ya muy instaurados. Debemos seguir mejorando esas respuestas en situaciones ofensivas y defensivas y seguir creciendo como equipo. Eso es lo que nos preocupa realmente a nosotros. No lo que hemos hecho, sino que lo que podemos seguir haciendo. Todos los impulsos externos no están bajo nuestro control, ni nos dan ni nos quitan nada.
Hombre, pero siempre es positivo que se reconozca el trabajo y el juego, se valore el rendimiento y la competitividad, que se haya recuperado una identidad...
El jugador es consciente de todo ello. El jugador sabe cuando lo hace bien, cuando el equipo fluye. No siempre ese juego, ese trabajo, van acompañados de unos resultados, otras sí. Trataremos de seguir creciendo en todos los aspectos. Además, quiero decir una cosa, lo que está hecho ya está hecho y no nos sirve de nada en el Mundial. Igual que ningún jugador está aquí y va a jugar por lo que ha hecho, sino por lo que puede hacer, tiene que hacer y entendemos que nos tiene que dar. Y el equipo como tal es lo mismo. Hay que crecer sabiendo que tenemos una referencia, un camino cogido, un punto y un raíl del que no nos queremos salir, pero sabiendo que tenemos que mejorar también.
Vamos que en su coche no existe el retrovisor, solo mira hacia delante.
Sin duda.
En qué momento del camino estamos de lo que usted pretendía cuando debutó contra Bélgica en agosto de 2016. El equipo, como le gusta llamarlo, ya es un equipo puro y duro de Lopetegui. ¿Qué le falta?
Yo no mediría exactamente en qué momento estamos, ni lo que hemos conseguido ni lo que nos falta, estamos en un momento en el que el
equipo tiene claro lo que quiere y tratamos de instaurar nuevas respuestas ante nuevos retos, ante situaciones que se nos van a presentar porque cada equipo es diferente y dentro de mantenernos fieles a ese concepto que tratamos de generar para desarrollar las condiciones futbolísticas que tienen los jugadores elegidos, dentro de eso, tratamos de seguir matizando cosas e ir evolucionando. Estamos en el momento actual que es el de prepararse muy bien para una competición diferente a todo lo que hemos tenido.
No hay nada nuevo que nos pueda sorprender...
El paso de los partidos va asegurando conceptos, ideas. Cuantos más partidos juegas, más tiempo puedes entrenar, que no es mucho el que tenemos, es evidente que el equipo va consolidando conceptos, pero una de las consolidaciones que queremos hacer en el equipo es que no nos paremos nunca. Debemos seguir pensando en mejorar, en crecer y poder hacer mejor las cosas. Las competiciones y los contrarios nos las va a exigir. Eso es crecer.
Se da cuenta de que los rivales vuelven a respetar a España. Muy pocos, si acaso Brasil, Alemania... le van a tratar de tú a tú.
Eso acrecienta las dificultades. Hay rivales que exponen más, otros que exponen menos, cada uno tiene sus matices, pero todos los que están ya en un Mundial son competentes y tienen sus aspectos positivos. Trataremos de competir por nosotros mismos al margen de cómo se comporten ellos. Es cierto que hay equipos que te esperan más que otros, pero eso ya ha pasado antes. No es nuevo.
¿Es un orgullo particular para usted que España vuelva a estar entre las cuatro grandes candidatos?
Yo creo que la previsibilidad no es algo peyorativo, es algo positivo. Lo digo en el aspecto que nos reconozcan por nuestro juego y por nuestra fortaleza, pero eso no significa que no queremos tener otros registros. Dentro de ese reconocimiento de lo que queremos en cada partido, el equipo tiene que intentar tener otras soluciones y alternativas para ganar los partidos de otra forma. Trataremos de tener respuestas para resolver momento en los que a lo peor no nos vale con nuestras condiciones habituales, las que proponemos y buscamos. Nos gusta ser reconocibles pero a veces se puede llegar a lo que buscamos y queremos por diferentes caminos