Los cinco pecados capitales del Barça
El equipo no ha sabido sobreponerse a unas debilidades, casi todas estructurales
El Barça Lassa ha vuelto a cerrar una temporada decepcionante, en la que la conquista de la Copa no logra compensar el papel más que discreto en las dos grandes competiciones del curso, la Euroliga y la Liga Endesa. Son muchas las razones que explican la mala temporada del Barça pero vamos a centrarnos en las cinco que nos parecen más relevantes. AGUJERO EN LA POSICIÓN DE BASE
El pasado verano el Barça intentó formar una ilusionante pareja de bases, pero se quedó a medias. Llegó Thomas Huertel pero Shane Larkin decidió dar el salto a la NBA ante las dificultades que el derecho de tanteo le puso para cambiar el Buesa Arena por el Palau. El Barça se quedó descolocado hasta acabar apostando por un base de un perfil muy inferior que era toda una incógnita pues no había jugado antes en Europa. El fichaje de Phil Pressey resultó una apuesta fallida. Muchas voces reclamaban al Barça el fichaje de otro base para reforzar la dirección pero el club decidió gastarse el dinero en un escolta, Edwin Jackson, que al final aportaría bien poco. El equipo azulgrana corría un gran riesgo como se ha visto en estos playoff, en los que la baja de Pau Ribas ha dejado solo a Huertel como director.
POBRE DEFENSA INTERIOR
No es mala idea añadir músculo a un juego interior totalmente dependiente de Ante Tomic en las últimas temporadas. El problema es que Kevin Seraphin, uno de los puntales del nuevo proyecto, es un arma muy efectiva en ataque pero una pistola de agua en defensa. El pívot francés es un coladero atrás, algo que cobraba aún más importancia teniendo en cuenta que Tomic también flaquea en defensa. El fichaje de Pierre Oriola aliviaba algo esta situación pero ninguno de los tres pívots del Barça puede ser considerado un gran defensor. Por ello, en muchos partidos los pívots del Barça perdían atrás todo lo que ganaban delante. Jalen Reynolds, fuerte y con una gran envergadura, ha sido solo un parche pues no tiene la calidad necesaria para jugar en el Barça.
UN EQUIPO IRREGULAR
La irregularidad marcó al Barça de Sito Alonso y, aunque fue un aspecto que mejoró con la llegada de Pesic, ha seguido persiguiendo al equipo hasta final de temporada. Los azulgrana han combinado grandes partidos con derrotas inesperadas (en casa contra Estu- diantes en fase regular y MoraBanc Andorra en los playoff, fuera contra el Iberostar cuando luchaba por la segunda posición).
La falta de constancia se sufría de un partido a otro pero también dentro de un mismo encuentro.
Conseguir un equipo más fuerte mentalmente y menos dependiente de las rotaciones en prioritario. FALTA UN ‘KILLER’
El Barça no tiene un especialista en resolver partidos con finales apretados. Nótese que tuvo que ser Navarro quien se jugara un triple en el último minuto de la prórroga del domingo ante el Baskonia para intentar evitar la derrota. Thomas Heurtel es lo más parecido a un ‘killer’ que tiene el Barça, pero no es del todo fiable en los minutos finales, en los que esta temporada ha fallado más tiros y tiros libres de lo que debería por sus promedios.
Si el Barça se ha llevado algunos partidos ajustados esta tempora- da ha sido más por su defensa que por canastas de mérito en los se- gundos finales. Y esa ausencia de un ‘clutch player’ contrasta con lo que sucede en la mayoría de gran- des equipos de Europa. El Real Madrid tiene a Doncic y Llull, el Baskonia a Beaubois, el CSKA a De Colo y Sergio Rodríguez, el Khimki a Shved, el Olympiacos a Spanoulis, el Fenerbahçe a media plantilla...
SIN RELEVO DESDE ABAJO
El presente del Barça es decepcio- nante pero el futuro no pinta me- jor, al menos en lo que se refiere a los jugadores producidos por el propio club. Que el ‘nuevo modelo’ es solo un concepto vacío quedó certificado públicamente cuando en su reciente entrevista a Mundo Deportivo Svetislav Pesic dijo que “si el Barça gana títulos nadie te pregunta si juegas con jóvenes”.
El técnico serbio ha prescindido por completo de los jugadores más jóvenes y Kurucs, Marc García y el propio Vezenkov (22 años) han tenido un papel testimonial. Este nulo protagonismo de los jóvenes en el primer equipo tiene un efecto directo en los que vienen por detrás. Viendo sus escasas expectativas, todas las perlas de la cantera azulgrana han decidido dejar el club en los últimos años. Los casos son numerosos: Hezonja, Eric Vila, Radonjic, Samanic...
La ausencia de ‘clutch player’ contrasta con lo que pasa en los grandes de Europa