Florentino, de rositas
En el relato de Jugones, Florentino y el Madrid fueron eliminados del conflicto
El caos sin precedentes en la selección tiene dos fases. La interna: La destitución de Lopetegui y la opinión de los jugadores al respecto. Y la externa: la oferta del Real Madrid y la celeridad en cerrar el acuerdo. En Deportes Cuatro abordaron ambas. Primero la crisis entre Rubiales y Lopetegui analizando la destitución pero después abrieron el foco, relatando cómo se habían producido las negociaciones entre Florentino y el seleccionador, el historial de llamadas, y la manera de ponerlo en conocimiento de Rubiales. También plantearon, con interrogantes, la manera de proceder del Madrid.
Pero en Jugones, el relato se estructuró de una manera muy distinta. Se limitaron a la cuestión interna. Empezó con la música de terror y el zoom cerrándose en el rostro de Rubiales. Culpable señalado en pocos segundos: “¡La que ha montado Rubiales!” exclamaba Pedrerol. A lo largo del programa fue retratado como el verdugo: “Rubiales rompe la selección”, “Ramos muy enfadado con Rubiales”, “Rubiales se ha cargado la selección y lo ha hecho él solito”. Lopetegui fue el “humillado”. Y los jugadores como sus defensores. El programa también señaló muy claramente los que habían apoyado a Rubiales. Xavi Hernández , al que Pedrerol acusó de “machacar” a Lopetegui aunque el ex del Barça fue muy moderado en los adjetivos, y Santi Cañizares.
El editorial del presentador fue, sin matices, una sentencia de culpabilidad contra el presidente de la Federación: “Si España fracasa la culpa será de Rubiales”. Pero lo más flagrante del planteamiento informativo era mucho más sutil: Florentino Pérez y el Real Madrid desaparecieron del relato. Un único plano fugaz de Florentino y una sola mención al club blanco. El incendio en la selección parecía casi espontáneo y sin causa aparente. No se puso en duda la oferta, el momento de hacerla, la necesidad de aceptarla y la celeridad de comunicarla. Se trataba de eliminar el debate ético (salvando a Lopetegui) y proteger el inductor del conflicto (Florentino). Tanto hablar siempre de la unidad de la selección para, ante la debacle, acabar priorizando el club blanco