Victoria de rebote
1- Solo un afortunado gol de Costa pudo con el muro que planteó Queiroz 2- El VAR anuló por fuera de juego el tanto del empate de Irán
La selección española ganó a Irán por la mínima gracias a un afortunado gol de rebote de Diego Costa y a que el VAR anuló el tanto del empate iraní. España sufrió para superar el planteamiento ultradefensivo de Queiroz en la primera mitad y acabó pidiendo la hora, agobiada por una voluntariosa selección iraní que a punto estuvo de darle un disgusto a España.
Ya había advertido una y otra vez Hierro que Irán es un equipo ordenado, que defiende muy bien y al que cuesta mucho marcarle un gol. El técnico apostó por Lucas en detrimento de Koke para ensanchar el campo y poder abrir el cerrojo iraní, pero a la selección le costó horrores acercarse a la portería visitante.
Queiroz plantó el autobús y colocó a los diez jugadores de campo en la frontal del área, con la única misión de defender y aguantar al máximo el empate a cero inicial. Durante los primeros 45 minutos España tuvo la posesión y el dominio, pero no fue capaz de crear ni una ocasión de gol medianamente clara. La única con cierto peligro llegó en el tiempo añadido de la primera mitad, cuando un disparo de David Silva tocó en un defensa y casi sorprende al meta Beiranvand.
La primera parte tuvo poca historia. Dominio infructuoso de España, incapaz de derribar el muro planteado por Queiroz. Posesiones interminables y algún disparo lejano, pero en ningún momento inquietaron al portero. El primer disparo del partido incluso llegó por parte de Irán, que de vez en cuando salía a la contra a tratar de sorprender a España. Con el paso de los minutos, los de Queiroz iban ganando confianza y se permitían el lujo de perder tiempo en casi cada acción, para desesperación de los españoles. La grada, con clara mayoría iraní, celebraba la resistencia de su equipo como una victoria y celebraba casi como un gol incluso cuando su portero blocaba un centro tímido al corazón del área.
España tenía una posesión insultante, de casi el 80 por ciento, pero eso no se traducía en ocasiones de peligro. El único disparo entre los tres palos en la primera mitad fue una falta lanzada por Silva que Beiranvand detuvo sin problema.
Tras el descanso, Hierro no tocó de salida ninguna tecla. Mantuvo al mismo equipo y la misma disposición. Y el guión siguió exactamente igual, dominio de la selección e Irán defendiendo con diez jugadores. Pero España salió con mucha más determinación y en apenas cuatro minutos ya creó más peligro que en toda la primera mitad. Primero casi marca Piqué a la salida de un córner y en la siguiente acción Busquets obligó al meta iraní a lucirse con un paradón.
Superado el susto, Irán se vio con arrestos de subir al ataque y Ansarifard lanzó un potente disparo que se estrelló en el lateral de la red y que medió estadio, banquillo incluido, cantó el gol creyendo que había entrado. Y en la siguiente acción, España derribó al fin el muro iraní. Fue una acción afortunada, ya que Diego Costa controló dentro del área tras un buen pase de Iniesta, el defensa Rezaeian se la arrebató pero su despeje rebotó en la pierna del delantero y acabó en gol. Un tanto de suerte, pero importantísimo, porque le permitió a España romper el empate y acercarse a los octavos de final.
El gol debía serenar a la selección, pero lo que provocó fue la reacción de Irán, que se lanzó al ataque y tras dos avisos logró marcar tras una falta lateral, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego gracias al ‘chivatazo’ del VAR. Ezatolah recibió en posición avanzada antes de batir a De Gea.
Hierro sacó entonces a Koke primero y a Marco Asensio después, con la intención de recuperar el control del juego. Pero el partido estaba roto, Irán atacaba con más pasión que cabeza y estuvo merodeando el gol del empate. La ocasión más clara la tuvo Taremi, pero su testarazo salió desviado por poco. España acabó pidiendo la hora y sufriendo ante una voluntariosa Irán