Messi puede poner fin a su sufrimiento con Argentina
1- En el próximo Mundial tendrá 35 y puede ser ya demasiado 2- Su momento fue en Brasil y se le escapó por muy poco 3- Sampaoli no ha sabido rodearlo de jugadores que lo potenciaran
Hoy cuatro años son una vida en la cabeza de Messi. El próximo Mundial significa algo extremadamente lejano y cruel para él. Su imagen queriendo sumergirse en la tierra en el estadio del último capítulo -más su llanto angustiado en el vestuario- dice más cosas que un calendario que marca que tendría 35 años y talento para jugar. Leo no habló, no dejó escapar ningún comentario, ningún dato, pero dentro del final de una era todo hace pensar en el final de Messi en Argentina. Ya lo intentó muchas veces, ya volvió después de su renuncia bajo emoción violenta tras la Copa Centenario del 2016. Difícil que tenga fuerzas para otra vez cambiar el final de esta película con la Selección. Allí, donde quería el punto cumbre para ser feliz -ese título que es el único esquivo- es donde otra vez más sufre.
Mascherano había anunciado que el último minuto del equipo en el Mundial significaría su retiro de la Selección. “Ya no analizo más al equipo. Ahora me voy a dedicar a ser un hincha más”, declaró con los ojos hecho lágrimas y el corazón hecho trizas. Biglia también blanqueó que fue su última foto vestido de Argentina. Agüero sorprendió al avisar que estará a disposición si lo vuelven a llamar… Di María es el otro que no emitió sonido pero da- ría un paso al costado. Más Messi. El fútbol fue injusto con él: no le dio el Mundial que merecía su talento. Ahora la sensación se con- vierte en realidad irrefutable. La Copa para levantar era en Brasil, hace cuatro años, cuando pasó cerquita y no la pudo tocar. La foto más cruel que recuerde el crack del Barcelona.
Leo no tuvo el Mundial que soñó. No logró imponer sus condiciones. Y se fue pasado por arriba por Francia. Tiene responsabilidades, por supuesto. Ahora no se puede dejar a un costado que Sampaoli nunca armó el equipo para potenciar a Leo. Y que no lo corrigió con el correr de los minutos. La búsqueda del falso 9 en realidad resultó una mentira. No se dio cuenta de que Messi no tenía ni los compañeros ni el funcionamiento del Barcelona en la época que Guardiola decidió la variante táctica. No estaban Xavi e Iniesta para tener la pelota, romper por gambeta o meter el pase filtrado de los grandes. Imperdonable chocar la última Copa del Mundo de Leo.
El DT había anunciado que sería más el equipo de Messi que el de Sampaoli. En medio de miles de rumores, con Nigeria intercedieron los jugadores más grandes. La Selección ganó y se desahogó. Contra Griezmann fue más que nunca el equipo de Sampaoli. Y ya en la tarde de ayer Leo ya se volvía triste del Mundial… Es increíble que en vez de ayudarlo se lo haya sobrecargado de responsabilidad. Se le apoyó un país entero entre el 1 y el 0 de su camiseta. No alcanzaron las finales. Algunos mediáticos que murieron en primera ronda ahora sabrán que no es tan fácil conseguirlo. Extrañarán a Leo. Y verán qué feo es que se juegue el último partido del Mundial y vos estés en tu casa. Donde -encima- todo hace pensar que Messi se quedará para siempre