El Sevilla exige los 35 millones ya
Lenglet pasó el reconocimiento médico con sus compañeros y deberá esperar a que el Barça pague su cláusula
Después de comunicar el lunes al Sevilla su decisión de abandonar el club para fichar por el Barça, Clement Lenglet deberá esperar aún unos días más para que pueda concretarse su traspaso al FC Barcelona. Pese a que hubo quien ya lo dio por fichado, ayer se vivió un nuevo serial con Lenglet, dado que el Sevilla no está dispuesto a negociar por su jugador y añadió una medida de presión al Barça. El central francés tuvo que pasar ayer el pertinente reconocimiento médico previo al inicio de la pretemporada con el Sevilla, a la espera de que haya un acuerdo entre las dos entidades.
De hecho, el club de Nervión se negó a aceptar negociaciones con el Barça por su jugador y espera que sea el propio Lenglet quien deposite en la sede de La Liga el dinero íntegro y al contado de su cláusula de rescisión. A pesar de que el Barça ha demostrado buena voluntad con el Sevilla, hasta el punto de añadir un plus de tres millones a los 35 que tiene Lenglet fijados como cláusula para así poder compensar al Nancy los derechos de formación, el club que preside José Castro se negó a atender las demandas del Barça para vender a su jugador y exige el pago de la cláusula.
Una prueba inequívoca de la presión que el Sevilla ha querido ejercer sobre el club azulgrana y demostrando que cuenta con el jugador es que ordenó a Lenglet a que pasara las pruebas médicas previas al inicio de la pretemporada con el resto de sus compañeros.
Fuentes cercanas al jugador, confirmaron a MD que “la cosa se ha ralentizado” y que deberían esperar por lo menos 48 horas, es decir, mínimo hasta el jueves, para que el Barça pueda acabar de organizarse para hacer frente el pago de la cláusula de 35 millones ya, como así lo exige el Sevilla.
En consecuencia, si todo va según esta previsión Lenglet no llegaría a Barcelona hasta mañana, cuando pasaría el reconocimiento médico, previo a la firma de su contrato por cinco años.
Pese a la buena sintonía que existe entre las directivas del Sevilla y el Barça, y que en los últimos años ha habido importantes traspasos de un club hacia el otro (Alves, Adriano, Keita, Rakitic...), la mala temporada del club hispalense la campaña pasada, que acabó con dos cambios de entrenador, propició un gran enfado entre la afición hispalense, acostumbrada en las últimas temporadas a que su equipo conquistara títulos y optara por clasificarse para la Champions.
Imagen de dureza
Ante esta situación, José Castro, presidente del Sevilla, ha dejado claro por activa y por pasiva que el Sevilla no venderá a ninguno de sus jugadores y que todo aquel equipo que desee ficharle a un futbolista deberá abonar la cláusula de rescisión. En el caso de Lenglet, se suma que el francés solo ha estado una temporada y media en el Sánchez Pizjuán y que el Sevilla ha intentado hasta el último momento retenerle ofreciéndole una mejora de contrato