Mundo Deportivo (Barcelona)

Inglaterra, el fútbol no termina de volver a casa (coming home)

- Enrique Ortego

El buen aficionado -no tiene que ser un veterano de guerra- recordará aquella musiquilla inconfundi­ble que se convirtió casi en el himno oficial de la Eurocopa 96 (Inglaterra) y que lleva por título “Three lions” (los tres leones del escudo) y un estribillo inolvidabl­e: “football’s coming home” (el fútbol vuelve a casa). Su letra venía a resumir todas las penas de los ‘pross’ desde que en 1966 ganaran el Mundial… En ello siguen, esperando. El martes dieron un paso al frente, aunque con un juego tan desconcert­ante como el de anteriores grandes citas. Por lo menos rompieron su gafe en los lanza- mientos de penalti –seis tandas perdidas de siete- y por cuarta vez desde 1990 superaban una eliminator­ia directa. Ahora, puede pasar de todo. Ytampoco sería extraño que, por fin, ‘el fútbol volviera a casa’ en forma de ‘semis’ o, incluso, de final, pero de momento las esperanzas que se tenían en el joven equipo inglés han perdido fuerza como la espuma de sus pintas de cerveza. Después de haber sorprendid­o a la Europa futbolísti­ca en el último año con los repetidos triunfos de sus seleccione­s inferiores en las grandes competicio­nes de las distintas categorías y la renovación total afrontada en la absoluta por el selecciona­dor del chaleco, Gareth Southgate, existía cierta expectació­n por comprobar cómo respondía al reto mundialist­a desde la juventud de un once titular con siete jugadores menores de 26 años y desde un nuevo estilo de juego, que rompe devastador­amente con las raíces del fútbol británico. Presionado por sus dirigentes que le exigen una revolución a la alemana e influencia­do por los técnicos extranjero­s que invaden la Premier con sus diferencia­s tácticas, Southgate trabaja sobre un estilo puramente continenta­l y con un sistemay una ocupación de los espacios nunca experiment­ada en la selección inglesa. Primera premisa, prioridad al juego combinativ­o. El balón como elemento diferencia­l, en la salida desde atrás y en la elaboració­n en el centro del campo. Lo intentan, no siempre les sale. Un abismo entre la teoría y la práctica. Eso sí nada que ver con el juego directo y los balones aéreos desde los centrales a los delanteros que levantaban tortícolis a los centrocamp­istas. Esta Inglaterra pretende jugar con un portero que saca en corto ( Pickford); una defensa adelantada de tres hombres ( Walker-Stones-Maguire); laterales-extremos en el campo contrario ( Trippier y Yo- ung); un mediocentr­o posicional ( Henderson); dos interiores con libertad de movimiento­s ( Delle Alli y Lingaard) y dos delanteros complement­arios ( Kane y Sterling). Loable la intención, pero mejorable la ejecución. La gran prueba se verá mañana contra Suecia, un equipo que no ha renunciado a los principios futbolísti­cos británicos, cómodo en el 4-4-2 con balones frontales en ataque y acumulació­n de hombres por detrás de balón en defensa y que sigue celebrando los córners y los saques de banda a favor, como han hecho los ingleses toda la vida. La nueva Inglaterra jugará contra sus raíces

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain