La etapa más corta de los últimos 30 años
Año tras año la dirección del Tour de Francia busca introducir algunas novedades que añadan un mayor aliciente a la carrera, una mayor emoción. Una de las más llamativas en la 105ª edición de la ronda gala se vivirá en la 17ª etapa del 25 de julio, con la salida en Bagneres de Luchon y el final en el alto del Col du Portet en Saint-Lary-Soulan, de 2.215 m, el techo de la carrera. La etapa más innovadora de este Tour contempla antes de la llegada al final de Horse Categorie, 16 kilómetros al 8,7%, dos ascensiones previas: Peyragudes (14,9 km al 6,7%) y Col de Val LouronAzet (7,4 km al 8,3). Un día sin descanso, explosivo, de 65 kilómetros, que además ofrecerá la novedad del nuevo formato de salida al estilo de una parrilla de F1, en la que el líder de la carrera saldrá desde la pole y tras él, a unos metros, los rivales que le siguen en la general
mo número de finales en alto que en la pasada edición, tres, con el techo de la carrera situado en el inédito Portet (2.215m), definido como ‘el nuevo Tourmalet’, y con una etapa menos de alta montaña, cinco. Se coronarán de nuevo ascensiones míticas como las de Colombière, La Rosière, Alpe d’Huez, Portillón, Peyragudes o los seis puertos de la antepenúltima etapa, con el final en el temido Aubisque y con mucho cansancio ya en las piernas, antes de que la carrera se decida en una contrarreloj individual de 31 km.
La montaña, la alta montaña, pondrá la pasión en los aficionados y acelerará el corazón de los ciclis- tas, que ya vivirán una prueba de fuego el 15 de julio con los 156 km que separan Arras y Roubaix y los tan temidos 21 kilómetros sobre adoquín, el mayor kilometraje en esta superficie desde el año 1980. Todo un examen para los corredores.
Un recorrido que intentará satisfacer la demanda de su director,