Marchante se sube a la bici
Pedro Delgado vuelve a pedalear por los Campos Elíseos de París 30 años después
En #Cero de Movistar+ se ha estrenado ’30 años de amarillo’, un documental que conmemora no solo la victoria de Pedro Delgado en el Tour de Francia sino la irrupción del ciclismo español en el mapa de la competición internacional.
Con este documental, la periodista Mónica Marchante se aparta de los palcos futbolísticos para pasarse al ciclismo, una de sus pasiones, construyendo un relato que recoge des de la infancia de Perico, en su anhelo por conseguir una bicicleta, hasta la consolidación del ciclismo español con el relevo de Miguel Indurain. Completísimo a nivel de testimonios, entre todos van trenzando la historia. La voz en off de Marchante se limita a explicar breves episodios para agilizar la cronología. Es admirable cómo se ha logrado condensar tanta historia en cincuenta-y-cinco minutos. Es el documental ideal para locos del ciclismo y con la garantía televisiva de una factura visual que nos remite a Informe Robinson.El montaje musical es muy acertado porque más que forzar la épica pretende rememorar una época y un estado de ánimo.
En ’30 años de amarillo’ es clave la enorme predisposición de Pedro Delgado y no solo por el ímpetu evidente con el que explica sus batallas. El ex ciclista revive momentos históricos volviendo a pedalear la etapa de Alpe d’Huez, regresando al hotel de Burdeos donde supo que había sido acusado de (falso) dopaje y circulando de nuevo por los Campos Elíseos con el maillot amarillo. Este planteamiento de revisitar el pasado desde la actualidad incrementa la intensidad emocional y así el documental sólo hace un uso oportuno y justificado de las imágenes de archivo. El clímax del documental, con la acusación de dopaje, transmite al espectador la inquietud de esas horas con la intensidad de un thriller.
’30 años de amarillo’ es un buen documental porque utiliza una historia personal como semilla para explicar una de más global, la del ciclismo español. Pero también porque rinde honores a una nobleza en el deporte, a un fair-play, una ilusión, una humanidad y un espíritu competitivo que transmiten todos los testimonios y que en la actualidad ya no se practican de la misma manera