Atentos a nuestro Robert
Entramos en la recta final del Mundial de Rusia. Ya sólo quedan cuatro selecciones que se disputarán el título (Francia o Bélgica, por un lado, y Croacia o Inglaterra, por el otro). Parece que la cita más esperada cada cuatro años no va a dejar grandes nombres. Quizás Mbappé, Modric o Rakitic, incluso Kane, por sus goles, aunque sus maneras futbolísticas y su técnica no son al uso.
Messi no se ha quedado solo en el prematuro KO sufrido por su Argentina en octavos de final. Muy pronto Cristiano Ronaldo se puso a su lado en la misma situación. Y lo más llamativo ha sido que la Brasil de Neymar, que por fin parecía una de los favoritas, se quedara fuera de las semifinales. Al fin y al cabo, lo de Argentina no fue una sorpresa, sino un fracaso anunciado, y Portugal no estaba para repetir el afortunado título de la última Eurocopa. De España ya esta todo dicho. Todo mal en el peor momento.
Se puede afirmar que está resultando un Mundial distinto en el que los equipos son más compactos, las figuras pesan menos y lo ajustado de los resultados dan una emoción a todos los partidos. Se están batiendo récords de empates a pocos goles, prórrogas y penaltis.
Como me decía el amigo Lluís
Canut, se va a confirmar la situación de que una selección europea gana cuando el Mundial se celebra en Europa, con la excepción del título de Brasil en Suecia 1958 con el gran Pelé, mientras que en los organizados en Sudamérica también hubo un caso excepcional, el éxito de Alemania en Brasil 2014.
Una sorpresa aparente hasta ahora ha sido Inglaterra, que llevaba muchos años sin peso en estas lides, pero que con un juego sencillo, sin estilo y con un míster que está como una estatua en la banda y que luce un chaleco diferencial, está logrando con tranquilidad llegar a cotas que no se pensaban antes del Mundial. Si además vemos que los últimos Mundiales Sub-17 y Sub-20 los ha ganado Inglaterra comprobamos que el fútbol directo y sencillo tiene futuro. Estaremos atentos a los cambios tácticos que suelen producirse tras estas competiciones.
Entramos en la fase decisiva, con Francia perfilada como favorita, pero atención a esta Bélgica de nuestro Robert Martínez
-lo de Bob viene de sus largas estancias en clubs ingleses- que es de Balaguer, un técnico estudioso y preparado que me gustaría que triunfase en esta competición. Lo de Lukaku de extremo derecho aprovechando la autopista libre en la banda que no cubrían Marcelo, Coutinho y Neymar es de un entrenador que sabe, que apuesta y que gana. Un abrazo a Robert. Bélgica, así, se nos ha hecho favorita a los catalanes y toda Lleida, Segre y alrededores estamos pendientes de los que pase contra Francia.
Por cierto, en esta búsqueda continua de entrenadores que suele caracterizar al Barça, obligado a ser previsor aunque sea a un par de años vista, sería una satisfacción la aparición de un hombre de nuestra tierra como un posible candidato en un futuro. Sería de forma sorpresiva por bien que lo haga en el Mundial, porque normalmente la agenda está colapsada por ex jugadores que han militado en el club, como ha ocurrido con Pep Guardiola, Tito Vilanova, Luis Enrique o el propio Ernesto Valverde, que lo está haciendo muy bien. Siempre en clave de futuro, Robert es de los pocos nombres con nivel mundial para entrenar un día en el Camp Nou. Lo está demostrando en Rusia
Sería justo que se le valorara como un candidato de futuro para entrenar al Barça