Rafa Nadal abre la segunda semana contra Jiri Vesely
Diez años después de la apoteósica final de 2008, considerada por muchos el mejor partido de la historia, Rafa Nadal y Roger Federer podrían disputar otra vez el domingo la final de Wimbledon. En plenitud con 22 y 26 años, los dos jugaron entonces un partido prodigioso y, una década después, a nadie le extrañaría verles de nuevo peleando por el título en la ‘catedral’. De hecho, balear y suizo vuelven a ocupar las dos primeras plazas del ranking y el juego de ambos es tan firme que son los favoritos para alcanzar la final.
Sin embargo, la hierba es traicionera, también en la segunda semana de Wimbledon, con rivales en teoría más rodados y complicados por más que varias sorpresas hayan alterado este año la lógica, sobre todo en el cuadro femenino.
“No es que todo el mundo suba su nivel, sino que la hierba es una superficie delicada porque no jugamos muy a menudo en ella. Todos los partidos son peligrosos y se deciden en pocos puntos. Hay una gran diferencia con la tierra, donde tienes más tiempo. Aquí no. Probablemente en hierba, si no tienes un gran saque, no puedes sentirte suficientemente a salvo”, apunta Nadal, que jugará hoy contra Jiri Vesely (tercer turno a partir de las 14.00 h) en octavos tras el tradicional descanso del primer domingo de Wimbledon.
Rafa ha ganado al checo su único enfrentamiento previo (6-4, 7-6), sobre la tierra de Hamburgo’2015. Vesely, de 24 años y nº 93 mundial, ha igualado su mejor resultado de Grand Slam –en Wimbledon’2016 cayó en octavos contra Berdych– tras vencer a Florian Mayer, Diego Schwartzman y Fabio Fognini. Fue campeón mundial júnior de 2011 y alcanzó su mejor ranking mundial (35º) en 2015, pero su progresión no fue a más. Es zurdo como Nadal y el saque –mide 1,98 m– es su principal arma.
Bicampeón del torneo
El manacorí, bicampeón (2008, 2010), no pasa a cuartos de Wimbledon desde que perdió la final de 2011 contra Djokovic, que podría ser esta vez su oponente en semifinales. Del Potro se perfila como rival de cuartos si vence a Vesely. “No soy estúpido, si llego a la final preferiría a un rival más fácil que Federer, pero cualquiera sería difícil”, dijo el sábado Nadal.
“Para mí es fantástico vivir de nuevo toda esta gran experiencia, jugando tan bien a estas alturas de mi carrera, teniendo un gran año tanto la temporada pasada como ésta”, añadía el balear
LAS CLAVES
CHECO Y NÚMERO 93 El nº 1 mundial ganó a Vesely en 2015 su único partido previo
DIEZ AÑOS DESPUÉS Nadal y Federer podrían repetir su apoteósica final 2008