Groenewegen, dos victorias seguidas
El holandés se une a Gaviria y Sagan como dobles vencedores de etapa al imponer su fuerza al sprint
Dylan Groenewegen, de 25 años, repitió ayer victoria al sprint en la 8ª etapa del Tour de Francia. El holandés ganó por segunda jornada consecutiva tras una etapa marcada por el respeto de los ciclistas al pavés de hoy. Son ya tres victorias de Groenewegen en la ronda gala contando la conseguida en 2017.
Sin cambios en la general, el belga Greg Van Avermaet (BMC) mantuvo el maillot amarillo de líder, mientras que Dan Martin fue el principal perjudicado al perder 1’16” después de quedarse cortado a 15 kms de meta por una caída.
Groenewegen demostró una fortaleza salvaje en los últimos 50 metros para batir al resto de grandes llegadores, André Greipel, Fernando Gaviria, Peter Sagan y John Degenkolb en esta ocasión.
Sin embargo, el jurado descalificó a Greipel y Gaviria por sprint irregular, de manera que Sagan y Degenkolb fueron recolocados como segundo y tercero de la etapa.
Con el holandés ya son tres los sprinters con dos victorias en la presente edición del Tour, ya que Gaviria (1ª, 4ª) y Sagan (2ª, 5ª) también habían repetido victoria días atrás. Ese reparto evidencia que los mejores especialistas han llegado a tono al Tour y, a diferencia de otros años, no hay un llegador intratable para el resto.
Marco Minnaard (Wanty) y Fabien Grellier (Direct Energie) fueron los protagonistas del día al correr fugados durante 150 kms. Laurens Ten Dam (Sunweb) saltó en el km. 23 y poco después se unieron a él francés y el holandés, especialmente motivado al disputarse la etapa en el Día Nacional de Francia.
Ten Dam optó después por volver al pelotón, seguramente para no desperdiciar energía que necesitará en la montaña para ayudar a su jefe de filas, Tom Dumoulin. Minnaard y Grellier gozaron de una renta máxima de 6’20” en el km. 38, pero los equipos de sprinters tuvieron controladas las distancias para ir recortando tiempo.
A su antojo
Los escapados aún mantenían cuatro minutos de margen a 100 kms de la llegada, pero sólo dos a 45 kms, cuando ya estaba cantado que el pelotón engulliría a su antojo a los dos valientes del día: Minnaard cedió a 10 kms de la llegada y cuatro más aguantó Grellier.
El belga Philippe Gilbert dio entonces un arreón para intentar ganar la etapa en solitario, pero la velocidad del pelotón no le permitió mayores alegrías y Groenewegen fue finalmente el más rápido por segundo día seguido