La 11ª conquista de América
El Barça repite en Estados Unidos y acudirá esta vez a la costa Oeste, donde caló hondo en 2005, 2008 y 2015
Por undécima vez en la historia y séptima desde que en 2003 empezaron las giras veraniegas transoceánicas para sacar la máxima rentabilidad económica y exportar la marca Barça, el club azulgrana desembarcará en Estados Unidos mañana. Será el segundo año consecutivo y el tercero de los últimos cuatro. Los cracks culés no viajan a Asia desde el verano de 2013, con Gerardo Martino como entrenador casi sin tiempo para situarse tras la enfermedad de Tito Vilanova, pero volverán casi seguramente en 2019. El FC Barcelona debe cumplir el compromiso de jugar un amistoso en Japón durante el contrato de patrocinio con Rakuten que va de 2017 a 2021. No sería de extrañar que el rival fuera el Vissel Kobe donde milita Andrés Iniesta y del que es propietario Hiroshi Mikitani, dueño del sponsor azulgrana.
Volviendo a Estados Unidos, el Barça regresará a la Costa Oeste, donde tan bien fue recibido en 2006, 2008 y 2015. Las otras cuatro giras ‘yankees’ en los últimos 15 años han sido en la Costa Este. El Rose Bowl de Pasadena cerrará esta vez la aventura barcelonista contra el Milan el 4 de agosto y verá banderas del Barça por tercera vez. Con capacidad para 92.500 espectadores, albergó la final del Mundial-94 que el Brasil de Romario ganó a la Italia de Roberto Baggio en los penaltis. Los azulgrana jugaron allí ante los Galaxy en los dos precedentes. Pasadena, a tiro de piedra de Los Ángeles, igualará así los tres partidos de Landover, a las afueras de Washington, segunda en el ránking de ciudades del Barça en USA. En cabeza anda Nueva York, donde el club catalán ha disputado 10 amistosos, cuatro de ellos en 1937 durante la gira del exilio en plena Guerra Civil española, vital para la supervivencia del club, y dos en el ‘tour’ de 1969 que también pasó por Chicago.
El estreno estival de 2018 tendrá lugar en el Levi’s Stadium de Santa Clara, cerca de San Francisco. Allí juegan los 49ers de la NFL con un aforo de 68.500 localidades. El Tottenham será el rival del Barça en un escenario que ya fue observado con mimo en 2015 por directivos y ejecutivos barcelonistas para tomar ideas de cara a la máxima explotación del nuevo Camp Nou y el resto del Espai Barça. Los de Luis Enrique cayeron allí hace tres años ante el Manchester United que dirigía Louis van Gaal (1-3).
Aunque, si hay que hablar de un estadio como fuente de miles de dólares, ese es el AT&T Stadium, Cowboys Stadium hasta 2013, con un techo retráctil y capacidad para 105.000 personas, casi las que albergará el Camp Nou en 2022. A 32 kilómetros de Dallas, la expedición azulgrana alucinó en Arlington en 2011 cuando ganó (0-2) al América de México en un estadio espectacular y volverá a hacerlo el 31 de julio frente a la Roma en la revancha de la pasada Champions. Los videomarcadores son los más grandes del mundo en un recinto deportivo: 1.075 metros cuadrados.
Nada que ver con los campos de regional donde jugaba el Dream Team en Holanda tarde tras tarde endosando goleadas antes de regresar a los cuarteles generales de Papendal, donde ya empezó a ir el Barça de Michels en 1973, u Odoorn. Ahora se trata de prepararse pero haciendo el máximo negocio posible. Aunque no estén casi todos los mundialistas, el Barça acabó aceptando la oferta para ir a la International Champions Cup como el resto de grandes clubs europeos