Bomba para la historia
Además del tiro característico, Navarro deja como legado grandes logros deportivos y un sello de sencillez y honestidad
En unos años en el que el tiro bombeado en penetración resultaba una rareza, Navarro irrumpió en el basket español mostrando descaro, determinación y fe en ese recurso táctico. Lo deja como legado, además de hitos deportivos:
La bomba
“Era algo que venía de mi casa”, explicó tiempo después. “Tenía una canastita y jugaba mucho con mis hermanos. Fue un acto de supervivencia para que no me colocaran tapones”, explicaba. Fueron sus propios hermanos los que le animaron a apuntarse a las pruebas de selección del Santfeliuenc con 8 años. Ahí empezó todo.
El debut en ACB
Apenas cinco años después de entrar en el Barça, le llegó la oportunidad de debutar en la élite. Fue el 23 de noviembre de 1997 con tan sólo 17 años en un partido ante el Covirán Granada en el que anotó 10 puntos en 10 minutos de juego. Toni Bové, eterno fisioterapeuta del equipo recuerda que, cuando oyó su nombre, mostró “la cara de un niño pequeño al que le hacen un gran regalo”.
Título europeo y NBA
Tras conquistar la Euroliga en 2003 y consagrarse al año siguiente como referente del Barça, decidió dar el salto a la NBA. Tras intensas negociaciones sobre sus derechos, en posesión de Wizards, en agosto de 2007 firmó el contrato que le uniría a los Grizzlies por una temporada con un salario que era un tercio de lo que percibía en el Barça. El desafío deportivo estaba servido.
Retorno triunfal
Regresó un año después para mantener su progresión y consolidarse como líder absoluto del Barça. Lo refrendó en la Euroliga de 2010, siendo decisivo en cuartos de final y en la Final Four de París. Se ganó el MVP con los 21 puntos en la final ante Olympiacos.
Campeón del Mundo
Con la selección española Navarro mantuvo un compromiso y una aportación clave en los éxitos recientes desde 2001. El título mundial de 2006 en Saitama no se entendería sin su contribución: fue el segundo máximo anotador del combinado. En los Juegos de Pekín se colgó la plata olímpica con un rol diferente. “No se ha quejado nunca, no es su estilo”, recuerda Aíto de aquella cita.
“Fue un acto de supervivencia, para que no me colocaran tapones”
Generoso con su entorno
El denominador común de los reconocimientos recibidos ayer es el de su sencillez y honestidad. “Siempre está pendiente de sus amigos de toda la vida. Ha sido generoso con su entorno y eso es detacable”, explicó en una ocasión Roberto Dueñas, resumiendo uno de sus principales valores