COMBATE NULO
Valencia y Atlético de Madrid empataron en un vibrante partido con alternativas y ocasiones Correa adelantó a los colchoneros, Rodrigo empató y Gil Manzano perdonó la expulsión a Garay
El partido entre el Valencia y el Atlético de Madrid se antojaba como un examen prematuro para conocer las intenciones de los otros dos grandes protagonistas de LaLiga con el permiso de Real Madrid y FC Barcelona. Un test de altura para conocer si el Valencia está para algo más que el cuarto puesto y si el Atlético lo está para pelear realmente por el título de LaLiga. La conclusión es que no hay conclusión, de momento, como por otro lado era previsible porque es la primera jornada del campeonato.
Lo que sí que se vio fueron dos equipazos, un partido de gran calidad con muchas ocasiones y dos plantillas muy completas que tendrán que escribir su destino partido a partido que dirían los de ‘Simeone’. De momento, las sensaciones son muy buenas y el empate quizás le sepa a poco a los dos. Al Valencia porque la tuvo en el último momento con otro milagro de Oblak de los que ya acostumbra. El Atlético porque tras el esfuerzo de la Supercopa, estuvo mucho tiempo por delante en el marcador y se vio perjudicado por la no expulsión de Garay.
El equipo de Marcelino había estado toda la semana ensayando cómo desactivar al Atlético y en los primeros compases apostó por llevar el ritmo del partido y por tener el balón. El centro del campo de los levantinos robaba fácil y salía con velocidad. De ahí se generaron las primeras acciones, sobre todo en disparos de media distancia que estuvieron cerca.
Pero si tiene algo este Atlético es pegada. El equipo rojiblanco no necesita dominar, ni tener el balón, ni siquiera jugar primorosamente. Griezmann agarró un balón en la frontal y dejó solo, con un pase magistral entre dos defensas, a un Correa que batió a los 23 minutos con un disparo bajo y pegado al palo.
Costa rozó el 0-2 en la siguiente acción con un disparo cruzado
que salvó Neto. Y llegó la jugada clave. Garay vio amarilla por tirar a Costa cuando se iba solo a la portería y al reanudarse el partido en la segunda mitad, agarraba claramente al ‘19’ rojiblanco pero Gil Manzano se hacía el loco. Era amarilla y expulsión. A partir de ahí el Valencia encontró el acierto que le había faltado. En un pase largo, que Wass puso de volea al corazón del área en el que Godín midió mal y Rodrigo controló con el pecho para fusilar a Oblak.
El partido entró en una nueva dimensión en la que el Valencia se envalentonó y rozó el gol, un cabezazo de Gabriel en un saque de esquina se estrellaba en el poste de Oblak. Ninguno de los dos equipo se conformaba y comenzó el carrusel de cambios para buscar la victoria. El Atlético metía a Vitolo, Thomas o Gelson, el Valencia a Gameiro y Bathusayi...
En esa recta final al Atlético le faltó piernas apara desnivelar definitivamente un gran partido de fútbol. El Valencia, por su parte, gozó de dos ocasiones clarísimas con una contra en la que Wass se quedó solo ante un Oblak y otra con un disparo a bocajarro de Gameiro. Doble milagro del meta
El Valencia tuvo dos clarísimas ocasiones al final pero Oblak volvió a hacer ‘milagros’