Djokovic, el rey de los torneos ‘maestros’
Nole cierra el círculo de los Masters 1000 tras derrotar a Federer en Cincinnati
El del domingo en Cincinnati es uno de los récords más impresionantes en la historia del tenis profesional y no lleva el sello ni de Rafa Nadal ni de Roger Federer. Es patrimonio de Novak Djokovic. ¿Y qué gesta hizo el serbio? Ser el primero en reunir los nueve títulos Masters 1000 del ATP Tour. Le faltaba Cincinnati y a costa del suizo por fin lo consiguió. Es el número 31 de la lista del balcánico. A Federer le faltan por conquistar los de tierra batida: Montecarlo y Roma (difícil ya que los gane) y al balear, otros dos: Miami y París-Bercy.
Nueve sedes diferentes, nueve condiciones de pìsta diferentes, nueve cuadros de clase mundial diferentes. Después de caer en cinco finales previas en el Western & Southern Open, incluyendo tres ante Federer (2009, 2012 y 2015), el serbio se quedó sin palabras al recibir el trofeo. “Definitivamente, es uno de los momentos más especiales de mi carrera. Hacer historia en el deporte que realmente amo es un gran privilegio y honor y algo de lo que estaré muy orgulloso el resto de mi vida. Dije durante esta semana que este trofeo suponía una gran motivación para mí. Pero al mismo tiempo traté de no pensar en la presión de realmente hacer historia, porque ya viví algunos intentos fallidos”, dijo.
Djokovic reconoció que afrontar la final no fue fácil psicológicamente hablando porque sabía que “perdí cada vez que jugué con Roger en esta cancha. Pero sin duda en la final ofrecí de lejos el mejor rendimiento de la semana”.
A pesar de haberse encontrado en 46 ocasiones previas (segunda rivalidad más grande en la Era Open), fue el primer match entre ambos en más de dos años. Y el serbio admitió que no había secretos en la cancha aunque era un sentimiento extraño. “Es un placer compartir este momento con Roger, el mejor de todos los tiempos. Lo digo en serio. Él y Rafa Nadal han sido parte vital y muy importante de mi vida, de mi carrera y de mi evolución como tenista. Ellos me hacen jugar mi mejor tenis. Me hacen mejorar. Me hicieron pensar en lo que debo hacer para tratar de ser el mejor jugador del mundo. No haber jugado con Roger durante más de dos años era extraño. La última vez fue en Australia. Fue hace mucho tiempo”.
Djokovic, por tanto, llega pletórico al Open USA en Nueva York (empieza el lunes 27). “Obviamente la victoria en Wimbledon hizo las cosas bastante diferentes para mí a la hora de afrontar los torneos de Toronto y Cincinnati. Me sentí más seguro en la cancha. Estoy contento, orgulloso y muy satisfecho. Cada vez que jugaba aquí sentía más y más presión, pero ahora me siento muy feliz y liberado”.
El serbio ha subido hasta el sexto puesto de la clasificación mundial, ascendiendo cuatro posiciones con respecto a la semana pasada
“Es uno de los momentos más especiales y algo de lo que estaré siempre orgulloso”