Llega la Champions menos global
Se ha hecho esperar pero ya está aquí. A la vuelta del fin de semana. La 64 edición de la Copa de Europa, 27 desde que se denomina Liga de Campeones o Champions, se presenta como uno de las cursos futbolísticos más potentes desde el punto de vista competitivo de los últimos años por la presencia de los cuatro clubs de las cuatro grandes potencias futbolísticas europeas. A saber: España, Alemania, Inglaterra e Italia.
Por primera vez, la mitad de los participantes, 16 de 32, son de esos países, a los que hay que añadir los tres franceses, 19 de 32, con lo que el viejo sueño de Michel Platini, ex presidente de la UEFA, de que la Champions se abriera a clubs de países menos desarrollados en el aspecto futbolístico y con una menor capacidad económica cada día se desvanece más.
Al final resulta ser lo que siempre ha pretendido ser una competición para los grandes, en la que los menos grandes apenas tienen posibilidad de clasificarse y mucho menos pasar de la fase de grupos, entre otras razones por la propia fórmula de competición en la que en esta primera fase los representantes de un mismo país no se pueden enfrentar entre sí.
No es casualidad que desde que se denomina Champions (1992) sólo tres clubes que no pertenecen a los cuatro primeros del ranking UEFA hayan ganado la competición: el Olympique de Marsella francés (93), el Ajax holandés (95) y el Oporto portugués (2004)