Umtiti y la tonta manera de borrarse
1. Las 73.000 personas en el Camp Nou demostraron que, cuando se quiere ir al partido, se va. A pesar del horario y de la lluvia. A las 18.55, pues a las 18.55.
2. Si Messi mete las faltas con la barrera en su sitio, no hacía falta que el árbitro griego ayer le concediera más de un metro de ventaja al marcar la línea con el spray. Gracias, de todas formas, pero no hacía falta.
3. ¿Que a José Ramón de la Morena, en la entrevista al presidente del Barça, le interesase más la política que el deporte es porque el Barça cuenta todos los partidos por victorias?
Umtiti y Dembélé ganaron el Mundial con Francia y esto debe dar una satisfacción y autoestima como pocas cosas en la vida. Pero mientras el delantero está que se sale, el defensa no está dando su mejor cara en lo que va de temporada. Ante el Huesca estuvo fallón, en Anoeta se le vio lento y descolocado y, anoche, dejó al Barça con 10 por una acción absurda. No hablo de la segunda amarilla, que era de manual, al frenar a Hirving Lozano de forma contundente. El problema es que Samuel ya se había ganado una amarilla por protestar airadamente una decisión del colegiado griego, al señalarle otra falta suya. No es el primer día que manda al carajo al árbitro. Ayer, también Suárez, Alba o
Busquets estuvieron a punto de ver la amarilla por protestar. Más allá que no forma parte del talante del Barça, en la Champions las sanciones van muy caras y hay que ahorrarse estos impulsos que pueden acarrear problemas a medio plazo. Para empezar, Umtiti ya no podrá jugar en Wembley ante el Tottenham. A Valverde le tocará ahora rodar a Lenglet en los próximos partidos o apostar por un Vermaelen, profesional y experto, que estará a punto para secar a Harry Kane y a quien haga falta