El Girona recupera las fortalezas del pasado
El balón parado y la cabeza de Cristian Stuani vuelven a ser letales para los de Eusebio en un inicio de temporada sobresaliente en Montilivi
Eusebio llegó a Girona con las ideas claras. Consciente de la dificultad que supone para un entrenador recalar en un banquillo donde las cosas estaban yendo tan bien, el de La Seca aseguró desde el primer instante que lo que pretendía no era un cambio radical, sino introducir pequeños matices que permitiesen al equipo ser más competitivo y completo.
El inicio fue dubitativo, pero el día en el que se cerraba el mercado, el 31 de agosto, Eusebio decidió volver a formar con el 3-5-2 que había instaurado Pablo Machín en Girona hace ya algo más de cinco años. Estaba claro que los futbolistas se sentían más cómodos, pero eso no era la clave del éxito.
Pese a alinear el mismo sistema que las temporadas anteriores, Eusebio sigue con el camino que se ha marcado, conseguir hacer varias modificaciones en el estilo de su equipo. Algunas ya son más reconocibles, pero otras deben mejorarse. La presión en campo contrario es algo que el técnico tiene entre ceja y ceja desde el primer día y poco a poco se observa a un equipo que va a buscar a campo contrario a su rival, sobre todo cuando el portero rival saca de puerta. Este es uno de los puntos a mejorar. “Cuanto más lejos recuperemos el balón de nuestra área más lejos tendremos al rival de nuestra portería”. Esta es una de las preocupaciones de Eusebio, pero también hace falta mejorar en otros aspectos, como por ejemplo en la circulación de balón, algo que el técnico dejó muy claro después de la victoria ante el Celta en casa.
Mientras Eusebio Sacristán espera que su equipo se aproxime a
lo que él entiende que debe ser el juego más apropiado para los suyos, las viejas costumbres están reluciendo más que nunca en este Girona para sacar adelante los partidos y mejorar, de momento, los números del curso pasado.
Quien mejor representa los éxitos que se vivieron en Montilivi a lo largo de la temporada 2017-2018 es Christian Stuani.
Stuani y el balón parado
El uruguayo tiene la virtud de poder estar desaparecido durante largos periodos del encuentro, pero aparece cuando el balón está en el área. Instinto de ‘killer’. Con el doblete ante el Celta ya lleva tres tantos esta temporada. El lunes, marcó su primer gol con la cabeza este año, algo que le convierte ahora mismo en el delantero de las grandes ligas europeas que más marca de cabeza entre la campaña pasada y esta.
Dicen que el sacrificio siempre encuentra recompensa y en este caso el dicho se puede aplicar a Pedro Alcalá, central del Girona que marcó el segundo gol del partido a la salida de un saque de esquina. El de Mazarrón celebró con mucha rabia su tanto de estrategia y la verdad es que no es para menos. Alcalá, que siempre había sido un fijo para Machín, se perdió prácticamente toda la temporada pasada por una lesión en el tobillo y no ha podido recuperar su mejor versión hasta este año, desde que Eusebio le brindó la oportunidad de jugar en Villarreal