“SOY MUY AMBICIOSO Y QUIERO MAS”
El ciclista más alabado en la Vuelta a España no fue ni el ganador de la general, Simon Yates, ni el combativo Alejandro Valverde. Tampoco Sagan, Quintana, Porte, Aru o Nibali, sino un joven de 23 años que responde al nombre de Enric Mas. El de Artà (Mallorca) fue la gran revelación y en la proximidad se muestra igual de agresivo como lo es encima de la bicicleta. Responde casi a latigazos, con contundencia, ahorrando esfuerzos, como cuando lanza una ataque y busca irse de sus rivales. Tiene las cosas muy claras.
No hace ni una semana que ha acabado la Vuelta y no tiene tiempo casi de descansar.
La verdad es que sí. Estoy un poco cansado. Ahora estamos en Barcelona, pero en cuanto acabe me voy a casa a descansar y disfrutar con mi gente.
¿Cómo definiría en una sola palabra su participación en la Vuelta?
Aceptable.
Hombre, yo diría que acabar 2º y ganar la etapa del Coll de la Gallina es para más que aceptable.
Bueno. No se ha ganado, aunque es verdad que hemos hecho un gran resultado y que estamos contentos.
Realmente, es muy ambicioso.
Sí, soy muy ambicioso y quiero más.
Diseños como los de la Vuelta, con etapas más cortas y explosivas, ¿le gustan especialmente?
Sí, pero también me gustan los recorridos del Tour, con etapas largas y montaña larga. Me gustan las dos.
Cuando no compite, ¿mira las carreras por televisión? El otro día leía a Sagan y decía que sólo miraba los últimos cinco kilómetros.
Intento ver la carrera para aprender el máximo. Peter Sagan tiene 29 años, lleva mucho tiempo en el ciclismo y tiene toda la experiencia del mundo, yo tengo 23 y llevo dos años de profesional y cuanto más aprenda mejor.
¿Le sorprendió su rendimiento en la Vuelta, pensaba llegar tan alto?
No me sorprendió. Era consciente, pero no sabía hasta dónde podía llegar.
Al final incluso dijo que se veía con fuerzas para discutir el reinado de Simon Yates.
Sí, pero cometí errores, y es normal porque no tengo experiencia suficiente todavía. Espero el año que viene cometer menos y ojalá que vaya mejor que éste. Sabía que era casi imposible. Él estaba muy bien, pero empecé a soñar de pequeño y no voy a parar ahora.
Ya hay quien le viste de Movistar, pero rápidamente dijo que estaba bien en Quick-Step, que apostaron por usted y quería ser fiel.
(Sonríe). Fueron los que me dieron la oportunidad de pasar al profesionalismo y siempre les estaré muy agradecido.
¿Qué valora en un equipo?
Todo, todo. Un equipo se deja la piel por ti y tú tienes que responder.
¿Lo que más le gusta de Quick-Step?
Su filosofía y forma de trabajar. Trabajan muy bien. Patrick Lefevere –el director– sabe gestionar el equipo muy bien.
Tras tu actuación en la Vuelta ya no le dejarán atacar tan fácilmente.
Lo tengo asumido, pero yo también seguiré a quien ataque.
¿Qué ciclistas actuales le gustan?
(Larga pausa y silencio). Hasta ahora Alberto Contador, pero ya nadie.
Llegó al Quick-Step del Klein Constancia, el filial. ¿Cómo fue?
Llegué gracias a Joxean Fernández ‘Matxin' y a partir de ahí junto a Lombardi pude pasar al Quick-Step. Hablando el otro día con ‘Matxin’ destacaba su ambición y capacidad de recuperación la tercera semana. Y así es. En la Vuelta en la tercera semana rendí muy bien.
Cuando compite, ¿le da tiempo de disfrutar del paisaje?
No, pero sí que me gusta después de competir ver la carrera en la tele y hay veces que cuando lo ves te dices, madre mía, si hemos pasado por aquí.
Y la afición, ¿siente su proximidad?
En el Balcón de Bizkaia noté muchísimo la gente a mi lado, y cuando veo a mis amigos dando gritos de apoyo me animo más. Tener tantos aficionados tan cerca es mi salsa, me encanta.
Desde fuera se sufre por si un aficionado pueda llegar a tirar a un ciclista de tanta cercanía.
No, alguna vez sí que he tocado y me ha tocado algún aficionado pero forma parte del espectáculo del ciclismo. Una afición en la Vuelta que se ha comportado de diez, no como en el Giro o en el Tour este año. La afición en la Vuelta se ha comportado muy bien, pero también en el Tour y el Giro. Puede que haya alguna bandera, algún inconsciente, pero por suerte en la Vuelta..., bueno sí, tuvimos un accidente de varios ciclistas después de meta.
Próximo gran objetivo, el Mundial. ¿Con qué ánimo va?
Con el objetivo de ayudar a Alejandro. Él es el líder y nunca falla en estas carreras.
Tiene 23. ¿Se ve como Valverde compitiendo con 38?
¡Uf! (sonríe), no sé. Ahora disfruto. El día que deje de disfrutar me pararé.
¿Cómo empezó a hacer ciclismo?
Por un amigo del pueblo al que siempre le estaré muy agradecido. Hacía también baloncesto, natación o tenis, hasta que encontré el ciclismo. Me sedujo y me dije que había que probarlo. Primero salía en montaña hasta que probé la carretera y me gustó.
¿Le preocupa el tema de los accidentes en la carretera?
Es una cosa que tiene nuestro trabajo. Hasta que el gobierno no diga basta, seguirá habiendo accidentes. Si tú piensas que puedes estar 20 años en la cárcel por matar un ciclista, igual te lo piensas dos veces antes de beber si tienes que coger el coche.
¿Hará el Tour el año que viene?
Todavía no lo sé.
¿Se dijo que estaba molesto porque el equipo no lo había llevado?
Nunca tuvimos en mente hacer el Tour de Francia, sólo la Vuelta. Me hubiera gustado, pero con el equipo era imposible. Con 23 años en el Tour no pintas nada.
¿Lee lo que se escribe sobre usted, o es como los futbolistas que dicen que no leen la prensa deportiva?
Intento no leer nada de lo que publican sobre mí.
¿Qué tipo de teléfono móvil tiene?
Un iPhone.
¿Y qué foto tiene de fondo de pantalla?
Normalmente una con los amigos cuando éramos pequeños y estábamos gorditos para echarnos unas risas, así cuando llama uno contesto riendo