Griezmann, sentado a la derecha de Messi
En la mesa de Leo siempre hay un plato para los jugones y los que hacen del fútbol un espectáculo
Antoine Griezmann está enganchado a la serie británica ‘The Last Kingdom’, pasión que comparte con el azulgrana Dembélé. Forman parte del ejército de Uhtred de Bebbanburg y alucinaron cuando uno de los protagonistas de la exitosa serie, Alexander Dreymon les felicitó por el título de campeones del mundo. Griezmann se divierte con la PlayStation, canta, baila, lidera el vestuario de la selección gala y consigue - junto a Pogba- que todos se sientan importantes. No le ha ido mal al Atleti con este risueño francés que se siente medio uruguayo y que ha logrado que el mate sea bebida nacional entre los galos. Ya, ni por asomo podemos comparar a Antoine con Messi, pero es que querer paragonar a Leo con el resto de los mortales es simplemente descorazonador.
En Castilla-León quieren hacer pagar por probarse la ropa en negocios textiles para evitar que los clientes se prueben la ropa y después la compren por Internet. La idea busca proteger a la mediana empresa pero es una iniciativa absurda porque va en contra de las tendencias de mercado. Es casi tan surrealista como elevar a polémico el pensamiento de Griezmann - expresado a golpe de cadera a mi amigo Matallanas- de considerarse preparado para sentarse en la misma mesa con Leo Messi.
Le sobra elegancia al francés para compartir almuerzo con Lionel, tiene chispa además, se divertiría con sus ocurrencias. Lo sentaría Lio a su derecha, donde pudo jugar en el Barça, y de ahí saldría una amistad para siempre. En la mesa de Leo siempre hay un plato preparado para los jugones y los que hacen del fútbol un espectáculo. Más tenso estaría Cristiano Ronaldo, acostumbrado a comer solo. Necesita CR7 presidir la mesa, algo que a Leo le trae sin cuidado, él sabe que está para repartir. Pero de esta mesa no te expulsaría nadie, Cristiano, lleves la camiseta que lleves.
Griezmann contagia alegría, es un futbolista de equipo, tan importante en el vestuario como en el campo. Su zurda no puede ni imitar a la de Messi, pero tampoco parece frustrado por ello. Va a lo suyo. Ha tenido la santa personalidad de plantar al FC Barcelona para quedarse en su Atleti y no creo que sea sólo una cuestión de pasta, llámenme ingenua.
A la derecha de Lio está sentado Griezmann y a su lado, Dembélé, que si habría disfrutado con su amigo del alma en el vestuario azulgrana.
Y puestos a escoger a un príncipe que herede no la corona de Messi pero sí el placer de sentirse importante, prefiero a Griezmann que contagia alegría que cualquiera de los otros candidatos a Balón de Oro. Y ya que en ‘The Best’ premiarán a un tipo correcto como Modric pero menos alegre y alejado de la generación digital que representa Griezmann, yo sí voto por el francés y que lo celebre compartiendo cena con Lio. A su derecha. Riéndose de todos, hasta de Ramos