Wembley les mira
NINGÚN ESCENARIO ESTIMULA tanto al barcelonismo como Wembley y, a las puertas de visitar la catedral donde se consagró el mejor Barça y se multiplicaron sus devotos por el mundo, Messi volvió a airear el brazalete de capitán para dar una alerta a tiempo. Si en la Liga causa pena darse la mano en errores con este Real Madrid que busca aún a Cristiano por el campo sin encontrarlo, la arenga de Leo es de lo más pertinente porque el Tottenham invita a un partido para un Barça desinhibido, despierto, cohesionado en este sueño hecho público a los cuatro vientos por el argentino que es la Champions. Berlín-2015 cada vez está más lejos y los blaugrana necesitan reivindicarse ante el mundo y olvidar la vulgarización de su fútbol en la competición doméstica. Y eso pasa por escuchar atentamente a Messi y Luis Suárez. El charrúa habló de falta de actitud en Leganés y en otros casos. Otros le llaman falta de determinación. Si alguien está autorizado para hablar de implicación y compromiso es el charrúa que volvió a asumir su responsabilidad ante el Athletic; otra cosa es su mala racha en Europa, donde lleva tres años sin marcar lejos del Camp Nou. Un aliciente personal para Londres.
MESSI AFINÓ EN EL DIAGNÓSTICO al señalar que el Barça debe mejorar en muchas cosas, pero destacó que encaja demasiados goles prácticamente con los mismos protagonistas del pasado curso. El capitán alertó de que los ‘spurs' de Pochettino serán un duro rival y que estaba en juego la clasificación. Efectivamente, los londinenses perdieron el primer partido ante el Inter jugando una buena primera parte y no pueden permitirse más tropiezos. Un toque de atención a tiempo que vino acompañado de su confianza en el equipo, en los refuerzos y de un mensaje tranquilizador. Antes que estar de acuerdo con el dibujo del equipo y en quiénes han de ser los titulares, la actitud, las ganas de gobernar el juego y de comerse al rival son atributos que deben recuperarse