De defensa duro a técnico ofensivo
Pochettino, con una mezcla de exigencia y buen trato, ha moldeado un Tottenham presionante y punzante que ya no teme a nadie
Ernesto Valverde y Mauricio Pochettino se reencontrarán hoy en Wembley tras haber coincidido en el Espanyol, con el extremeño como incipiente técnico y el argentino aún como jugador en activo. El primer recuerdo de la relación de ambos no es demasiado fraternal, básicamente porque fue Valverde quien decidió que ‘Poche’ no continuara en el Espanyol. Sin embargo, son cosas del fútbol. También el excentral ha tenido que tomar decisiones similares con futbolistas de renombre. Con Tamudo, sin ir más lejos, en su etapa de técnico del Espanyol. Gajes del oficio.
Pochettino es un técnico pragmático. Nunca se queja si no llegan a su plantilla jugadores estrella. Esta temporada, el Tottenham no se gastó ni un euro en contrataciones y aunque creó alguna tirantez interna, hacia fuera se mordió la lengua.
No le importa mirar la cantera si hay alguna urgencia y de tirar de jugadores jóvenes. Su paso por el Espanyol le marcó en este sentido. El ejemplo es Dele Alli. Al principio dudaba sobre si darle galones o no y ahora le encanta y es uno de sus fijos. Por suerte para el Barça, ahora está lesionado y no podrá jugar esta noche.
Pochettino es un gran conversador con los jugadores, a los que suele invitar a comer o cenar. En esos encuentros mantiene largas charlas con ellos. Tiene un ‘feeling’ especial con Kane. Un gol suyo le salvó cuando estuvo a punto de ser destituido.
Le gusta que sus equipos sean intensos y mantengan una presión muy alta. En casa el Tottenham sale en tromba y el Barça ya debe saberlo. Pochettino, pese a haber sido defensa central, es un técnico que destaca por su valentía ofensiva. Quiere que su equipo sea agresivo en la presión al rival cuando saca el balón y también pide a sus hombres que ataquen rápido, bien y sin mucha floritura. Quiere un fútbol directo sin caer en el pelotazo al tuntun. Quiere verticalidad pero siempre con sentido.
No es duro con la disciplina pero sí es exigente en los entrenamientos. Es capaz de pasar por alto que un jugador llegue tarde pero no que no ponga intensidad en una sesión de trabajo. Le gusta la convivencia de la plantilla, que su equipo se sienta un grupo heterogéneo pero unido y comprometido en el que todos se sepan la parte de un todo que es lo más importante, el colectivo. Y fruto de esa unión el Tottenham ya se ve capaz de ganar a cualquiera. El año pasado le dieron un meneo al Madrid en la fase de grupos de la Champions.
Dicen de él que es un discípulo de Bielsa, porque Marcelo le fue a buscar a casa cuando era joven para fi- charle para Newell’s. Pochettino tiene estima al ‘loco’ y es uno de sus referentes, pero no el único.
Varios exjugadores del Tottenham criticaron la elección de Pochettino al principio por no conocer el fútbol inglés, pero Mauricio creyó desde el primer minuto en el talento del jugador autóctono. En la confección de su plantilla se puede apreciar.
Amigo de Ramon Planes
En el Barça hay un buen amigo de Pochettino, Ramon Planes. El ahora ayudante de Eric Abidal en la secretaría técnica azulgrana trabajaba con Paco Herrera en el Espanyol y luego pasó a ser él el secretario técnico tras la marcha de Herrera de la entidad blanquiazul. Su relación con Pochettino fue buena desde el principio y congeniaron muy bien. Planes logró la cesión de futbolistas de mucha calidad para el Espanyol como Coutinho, Longo o Weiss. Era tan buena la relación que ‘Poche’ le reclutó para la estructura técnica del Tottenham en 2014. Trabajaron juntos un año y después Planes regresó a España porque le ofrecieron la secretaría técnica del Elche.
‘Feeling’ con Bartomeu
Pochettino también tiene muy buena relación con un culé que manda mucho: el presidente Bartomeu. Ambos hombres de fútbol, tenían buena relación por haber coincidido frecuentemente en Barcelona. De hecho, en más de una ocasión se reunieron y hablaron de fútbol, dado que Bartomeu aprecia los conocimientos del hoy entrenador del Tottenham aunque, eso sí, tiene claro que nunca entrenará al Barça. Mauricio lo ha dicho en repetidas ocasiones: ser un emblema del espanyolismo se lo impide a nivel sentimental
Tiene a Bielsa como un referente y creyó en el talento inglés ante la crítica local